Local

Cayeron 155 kilómetros, en pie quedan 4.546

Mañana se cumplen dos décadas de la caída del muro de Berlín, pero en el mundo sigue habiendo otras vallas.

el 07 nov 2009 / 19:49 h.

TAGS:

Berlín fue el símbolo de una guerra sin balas y hoy es Príncipe de Asturias de la Concordia. Mañana hace dos décadas que cayó el Muro que durante 28 años dividió a la ciudad europea más cambiante, la capital del siglo XX.

Allí sucedió lo peor y lo mejor del siglo. Fue metrópoli nazi y foco de resistencia comunista; signo de la prosperidad cultural, científica e industrial y poco después víctima de la miseria y el paro.

El muro se levantó de noche -entre el 12 al 13 de agosto de 1961- y de noche cayó -el 9 de noviembre de 1989-. En medio de ambas fechas quedaron 270 muertos, contando a quienes intentaron cruzar el Muro y los que fallecieron por causa de las minas. El símbolo de la guerra fría medía sólo 43,1 kilómetros dentro de Berlín y 111,9 en la frontera exterior. En total, unos 155 kilómetros. Hoy, 20 años después, aún hay otros muros de la vergüenza en pie. Y no se habrá aprendido tanto de aquella frontera artificial en el corazón de Berlín cuando la mayoría de estas vallas fueron levantadas después de 1989. En total suman 4.546 kilómetros:

2.720 kilómetros, el trágico destierro saharaui
Casi 3.000 kilómetros de búnkeres, vallas y sobre todo minas. Millones de minas antipersonas fueron instaladas por Marruecos en la zona que rodea al muro. La valla empezó a construirse en el Sáhara en 1980, una vez que España se desentendió del territorio. Las cifras son confusas, pero se habla de miles de muertos por los explosivos y de miles de familias desterradas que viven refugiadas en medio del desierto.

Marruecos construyó este muro de la vergüenza para mantener fuera del alcance de los saharauis los dos tercios del Sáhara Occidental donde se hallan las minas de fosfatos de Bucraa, así como la zona costera, que es de una gran riqueza pesquera. Sin embargo, hace ya muchos años que el muro perdió su función defensiva para convertirse en una pared que divide familias y las mutila. La ONU prometió en los años 90 un referéndum de autodeterminación. Pero ni siquiera existe un censo de saharauis y la consulta nunca tuvo lugar.

600 kilómetros cisjordanos condenados por la ONU
Para los palestinos es un muro que asfixia a la población y divide a las familias. Para los israelíes, una valla necesaria que separa a los terroristas de sus víctimas. 600 kilómetros de muro construidos por Israel -en proyecto hay 121 kilómetros más- a lo largo de la Línea Verde (la que separa a Israel de los territorios ocupados), mantiene a los agricultores lejos de sus tierras y a muchos hijos lejos de sus padres.

El 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) estableció de manera clara que Israel tenía que detener la construcción del muro, desmantelarlo e indemnizar a la población palestina por todos los daños causados por su construcción. Pero así no se hizo.

240 kilómetros separan a las dos coreas
Se le conoce como el Muro de Berlín asiático y es la muestra más clara de la división de las dos Coreas, una de orientación capitalista y otra comunista. La relación entre ambas fluctúa entre la distensión y la tensión desde que en los años 50 libraran una guerra por las fronteras que dejó cerca de dos millones de muertos y que aún no tiene armisticio. La línea física a lo largo de la cual se extiende la valla es el Paralelo 38. El muro está cubierto de vegetación y junto a él soldados norcoreanos y surcoreanos juegan a las cartas. Es una de las zonas más militarizadas del mundo.

800 kilómetros para frenar a 450.000 inmigrantes
Fue en 1994 cuando EEUU decidió que una valla en su frontera disuadiría a los inmigrantes mexicanos de entrar en su territorio.

Según la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, 5.000 personas han muerto desde entonces intentando cruzar la pared. Las organizaciones humanitarias denuncian que los intentos de cruzar el muro -que pueden costar hasta 3.000 euros- están fomentando la corrupción y el narcotráfico en la frontera. En 2006, EEUU planeó una ampliación de la valla hasta los mil kilómetros al ver que la inmigración ilegal se reducía.

11 kilómetros entre el norte y el sur. Melilla
El muro entre Melilla y la provincia marroquí de Nador empezó a construirse a finales de los años 90, paradójicamente, tras la entrada en vigor de los acuerdos de Schengen que facilitan la movilidad de personas entre países.

El suceso más trágico en la zona tuvo lugar en octubre de 2005, cuando más de 700 inmigrantes subsaharianos desarmados intentaron entrar en territorio español. Muchos de ellos fueron tiroteados por el personal de vigilancia marroquí. Una valla similar, pero de unos ocho kilómetros y con un coste de 30 millones de euros, fue construida en Ceuta con el mismo propósito que la de Melilla, para luchar contra la inmigración y el contrabando ilegales. Ahora los inmigrantes llegan en pateras... si llegan.

150 kilómetros aíslan a los gitanos en Eslovaquia
Los habitantes de la ciudad eslovaca de Ostrovany creen que sus vecinos gitanos roban fruta en los jardines privados. Por eso un muro de 150 metros de largo y dos metros de grosor construido por las autoridades locales aísla desde hace días a la población gitana del resto de la ciudad.

"No soy racista" -aseguró Cyril Revákl, alcalde de la localidad, hace no muchos días-, "sé que hay mucha gente decente viviendo entre nuestros gitanos". El pueblo ha sido escenario de manifestaciones de grupos de extrema derecha para denunciar lo que califican de "terror gitano" en el este de Eslovaquia.

20 kilómetros. La ‘línea de la paz' de Belfast
En Belfast viven en paz, pero separados. En 1996 el Ejército Republicano Irlandés (IRA en inglés) detonó su última bomba y en 2005 sellaba bajo tierra su arsenal militar. Pero hay barrios de Belfast que aún sufren las consecuencias de la división y el terrorismo. Tramos de valla de hasta 15 metros de alto y que en total suman 20 kilómetros de largo separan a los protestantes de los católicos. Dos banderas, dos colores, dos sensibilidades que no se mezclan nunca.

Se supone que son líneas de paz para impedir el cruce de cócteles molotov y pedradas. En la práctica, lo cierto es que la capital norirlandesa está más segregada cada año que pasa.

5 kilómetros para separar a los suníes de los chiíes
En 2007 soldados estadounidenses comenzaron a construir un muro de hormigón en Bagdad para separar a chiíes de suníes y evitar así que se siguieran matando en olas consecutivas de ataques y venganzas.

La valla, de cinco kilómetros de longitud y 3,6 metros de alto, se levantó, según Washington, con el fin de proteger un enclave suní que está rodeado de barrios chiíes.

  • 1