La delegación local del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en la ciudad de Utrera ha denunciado que la mayor parte de las empresas de la zona incumplen la normativa en materia de prevención de riesgos laborales. La crítica se produce tras los dos accidentes ocurridos en la localidad.
El secretario de la agrupación local de CCOO, José Garrido, cifró en un 62% las empresas situadas de Utrera y su entorno que "no llevan a cabo ningún tipo de vigilancia de salud que vaya orientada hacia objetivos preventivos, de cara a evitar que se produzcan accidentes laborales". De hecho, Garrido denunció que "sólo el 10% utilizan los resultados de la vigilancia de la salud como indicador de eficacia de la acción preventiva, además de emplearlos como información útil y valiosa para complementar evaluaciones de riesgo".
La unión local de este sindicato en Utrera ha criticado la situación en que se encuentran las empresas del entorno pocos días después de haberse registrado dos accidentes laborales en la localidad, en tan sólo una semana.
Uno de ellos se produjo el pasado día 10 de septiembre, cuando un trabajador de la construcción sufrió heridas graves tras precipitarse desde el primer piso del edificio en el que se encontraba, en la calle Campana.
El otro suceso, el pasado miércoles, tuvo peores consecuencias, ya que el trabajador falleció. José Garrido afirma que "nuevamente tenemos que lamentar las consecuencias del accidente acontecido en el sector de la siderometalúrgica", precisamente en relación a este suceso que costó la vida a un trabajador madrileño. La víctima, perteneciente a una empresa de la capital de España, trabajaba en el desmontaje de un puente de grúa ubicado en las instalaciones de la empresa utrerana Tecade Group, en una zona industrial junto a la Carretera Amarilla de la localidad. Al precipitarse al vacío, el operario de golpeó fuertemente la cabeza y murió.
CCOO señaló que desde el año 1995 existe la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que adapta la legislación a la Directiva Europea sobre Salud y Seguridad. "Para asegurar la elevada protección que exige la ley las empresas no pueden improvisar, deben actuar ordenadamente", apostilla Garrido.