El sindicato CCOO denunció ayer que las trabajadoras del Hospital Pascual de Málaga y de la Clínica Blanca Paloma de Huelva -también del Grupo Pascual- sufren un trato discriminatorio similar al de las empleadas de la Clínica San Rafael de Cádiz, donde la empresa ha quitado un plus de productividad a las enfermeras que se negasen a llevar falda.
CCOO presentó una denuncia ante la Inspección de Trabajo porque la dirección de la clínica onubense "prohíbe a las enfermeras llevar pijama y les obliga a realizar su trabajo con falda, blusa y cofia", lo que "supone una discriminación respecto al personal masculino y de otros centros de la provincia, que tienen como uniforme en las plantas de enfermería el pijama para todo el personal". En Málaga, el sindicato también denunció una situación parecida donde las enfemreras "no pueden quitarse la falda por miedo a represalias".
El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, señaló "que este tipo de acciones repercuten negativamente en los servicios que se prestan al ciudadano y suponen una denigración de los derechos de las trabajadoras". Pidió a la Junta que intervenga y estudie "detenidamente en qué condiciones se externalizan los servicios públicos", ya que según denunció, tenía conocimiento de la situación porque cuando se renovó el convenio laboral con la clínica San Rafael se denunció la existencia de discriminación pero "la administración firmó".
La consejera de Salud, María Jesús Montero, aseguró que la Junta no tolerará que ninguna empresa incumpla la Ley de Igualdad y recordó que Empleo ya ha remitido el caso a los inspectores de trabajo. Mientras, Grupo Pascual lamentó "los incidentes" pero reiteró que el uniforme es una "norma interna" recogida en el convenio colectivo y basado en la imagen corporativa sin "propósito discriminatorio".
