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Cendón quiere volver a su trabajo en África tras visitar a sus padres

El fotógrafo español José Cendón, liberado el domingo tras 39 días de secuestro en Somalia, quiere volver lo antes posible a su trabajo en África, tras visitar a sus padres en España.

el 15 sep 2009 / 20:45 h.

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El fotógrafo español José Cendón, liberado el domingo tras 39 días de secuestro en Somalia, quiere volver lo antes posible a su trabajo en África, tras visitar a sus padres en España, "para que vean que todavía estoy de una pieza".

"Estoy bien. Físicamente bien y mentalmente también", declaró Cendó por teléfono un día después de su liberación desde la residencia del embajador de España en Nairobi, que para él supone "un cambio importante después de pasar esos cuarenta días en las montañas de Somalia, pues se agradece un buen desayuno y una cama".

En esas casi seis semanas, en las que han comido sobre todo arroz y cordero, los secuestradores, miembros de un clan tribal del norte de Somalia, según fuentes locales, han tenido a Cendón y al periodista británico Colin Freeman, junto al que trabajaba en un reportaje sobre piratas somalís, "moviéndonos de cueva en cueva".

"Unos días en una cueva y luego en otra. Nos iban cambiando. No eran cuevas muy profundas, eran para protegerse del frío en medio de las montañas, donde estás básicamente en medio de la nada", explicó Cendón, un fotógrafo independiente que en esa ocasión trabajaba con Freeman para el diario británico Daily Telegraph.

Para él, pese a la situación de secuestrados, el trato que les han dado sus captores ha sido "razonablemente bueno", aunque recibieron algunas amenazas de muerte que Cendón, muy tranquilo y relajado tras su liberación, considera que no fueron serias.

"Llegó un momento en que nos conocíamos todos bastante bien. Ellos nos conocían y nosotros ya sabíamos como eran ellos y, al final, hicimos intentos de relacionarnos con ellos, para que les resultara más complicado amenazarte", comentó Cendón.

"Recibimos alguna que otra amenaza y, sinceramente, yo nunca me las tome muy en serio (...). No hubo ninguna amenaza que yo considerara realmente importante, aunque, obviamente, no es agradable que amenacen con matarte", apostilló Cendón, quien concluyó que la situación "yo diría que era perfectamente manejable".

El fotógrafo español no tiene idea de si se ha pagado un rescate por su liberación y la de Freeman: "No tenemos ninguna noticia de lo que ha sucedido en estas semanas de negociaciones y para eso tendrás que contactar al Ministerio de Exteriores o el Daily Telegraph".

Según él, los Gobiernos de España y el Reino Unido, junto con el periódico británico Daily Telegraph, "son los que nos han sacado de allí y saben como está ese tema" del pago de un rescate.

Cendón y Freeman fueron secuestrados el pasado 26 de noviembre, cuando se dirigían al aeropuerto de Bosaso, la principal ciudad de la región norteña somalí de Puntlandia, tras una semana en la que habían hecho un reportaje sobre los piratas somalís que tienen allí sus refugios y que actúan en el océano Indico y el golfo de Adén.

Aunque las autoridades han negado que se haya pagado un rescate por la liberación de Cendón y Freeman, Mohamed Ali Suldan, miembro del clan Ali Saleban, al que supuestamente pertenecen los captores, dijo ayer a Efe por teléfono que recibieron "un rescate de 200.000 euros (280.00 dólares)".

Otras fuentes somalís han incrementado el supuesto rescate hasta una cifra de 800.000 dólares e incluso de un millón de dólares, aunque no ha habido confirmación oficial.

Sobre proseguir su trabajo en las áreas más peligrosas de África, Cendón no tiene dudas: "Sí, voy a seguir trabajando en la zona, iré para España un par de semanas, pero luego vuelvo al tajo lo antes posible. Si pudiera, volvería mañana, pero dadas las circunstancias, iré primero para España".

Esta misma mañana, ha podido reunirse ya con su hermana Julia, quién llegó hoy a Nairobi desde Galicia para verle, "departir un poco y contar las aventuras", dice Cendón.

En Galicia explica que estará "unos cuantos días para ver a mis padres, para que vean que todavía estoy de una pieza y, cuando se cercioren de eso, pues volveré a mi casa en Addis Abeba".

Al fotógrafo le sorprende la repercusión de su secuestro y, aunque agradece las llamadas, se muestra un poco cansado y deseoso de volver a su intimidad y su labor en lugares como Etiopía, Somalia o el Congo, desde donde sus fotografías muestran, la mayor parte de los días, los dramas de estos países atormentados por crisis, conflictos y guerras.

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