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Centenario feliz... pero por muy poco

Once minutos, sólo once, evitaron que el regalo más importante para el Betis en su cumpleaños de un siglo fuese el descenso a Segunda División. Edu, con dos goles que por supuesto ya están entre los grandes momentos de la historia del club verdiblanco, se encargó de impedir que el año, convulso y mediocre salvo excepciones, degenerase en tragedia.

el 14 sep 2009 / 22:06 h.

Once minutos, sólo once, evitaron que el regalo más importante para el Betis en su cumpleaños de un siglo fuese el descenso a Segunda División. Edu, con dos goles que por supuesto ya están entre los grandes momentos de la historia del club verdiblanco, se encargó de impedir que el año, convulso y mediocre salvo excepciones, degenerase en tragedia.

El 12 de septiembre de 2007, el Real Betis Balompié alcanzó su primer siglo de vida. Un club que ha sobrevivido a la Guerra Civil, al desmantelamiento que provocó la contienda, a un descenso a Tercera, a innumerables crisis económicas y a la traumática conversión en SAD, entre otros obstáculos casi insalvables que sí salvó, no podía celebrar su cumpleaños de otra forma: no luchó por un título, no entró en una competición europea y ni siquiera aspiró a quedar encima de su eterno rival. No. La mayor alegría que el Betis dio a los béticos fue la permanencia en Primera casi sobre la hora, con dos tantos de Edu en Santander cuando otro resultado, la victoria del Celta, estaba a punto de provocar una debacle. Porque durante unos minutos el Betis estuvo en Segunda, pero a diez del final Edu cabeceó un centro de Ilic y abrió la puerta de la salvación, la puerta de la continuidad en la élite.

El histórico encuentro de los Campos de Sport de El Sardinero propició la única alegría futbolística de verdad que se permitió el beticismo, quizás compartida con la eliminación copera del Real Madrid. Poco o nada bueno se puede decir del resto del año, que desde la fría y cruel perspectiva de los números deja este balance liguero: nueve victorias (sólo cinco en casa), 18 empates y 13 derrotas.

Hay otras cifras, como los 21 cambios en la plantilla que empezó 2007 (incluido el entrenador) y los tres relevos que ha habido en el banquillo: el año se abrió con Luis Fernández recién presentado como sustituto de Javier Irureta, pero el galo apenas aguantó 22 jornadas antes de que lo relevase Paco Chaparro sólo para salvar al equipo frente al Racing; en verano, Manuel Ruiz de Lopera eligió a Héctor Cúper, que a su vez duró catorce encuentros antes de que el equipo, penúltimo, recayese otra vez en las manos de Chaparro. Y tanto vaivén para casi nada, porque el Betis inauguró el año de su Centenario en la antepenúltima posición y le pone fin exactamente en la misma plaza.

El centenario.

El 1 de enero se izó la bandera del Centenario entre Preferencia y Gol Norte. A esas alturas, el himno de Rafael González Serna ya llevaba tres semanas como número uno en ventas de singles en toda España. La gran efeméride parecía destinada a triunfar por sí sola, pero el partido fue más difícil de lo que se preveía. La crisis del guau guau, desatada en abril tras la presentación de un disco de sevillanas y un rifirrafe entre Manuel Ruiz de Lopera y Óscar Arredondo, presidente de la Comisión del Centenario, derivó en la dimisión del órgano que dirigía el programa de eventos y un gran número de colaboradores.

Y no ha sido el único problema extradeportivo que ha afrontado el máximo accionista, que a lo largo del año ha visto cómo la oposición ha ido ganando peso (hasta el punto de que un grupo logró incluir varios puntos en el orden del día de la última Junta de Accionistas y otro lo ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado) y cómo la Audiencia Nacional dictó una sentencia en la que ve indicios de "autocontratación" entre Lopera y sus empresas.

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