Dice que cuando recibió el encargo no lo pensó mucho y aceptó "por impulso". "Esa misma tarde fue viendo todas las imágenes de Triana para darles gracias por acordarse de mí. Y ello me ha ayudado mucho para escribir el pregón", reconoce César Cadaval, trianero del Tardón e integrante del dúo humorístico Los Morancos, que hoy (21.00 horas en la Iglesia del Cachorro) cantará a la Semana Santa de su gente, de su barrio, de su niñez, la de su "Triana del alma".
Lo ha escrito todo en verso porque, dice, no sabe escribir de otra manera. Este hermano de San Gonzalo y el Cachorro tiene muy claro que el humor no calza con la Semana Santa, sobre todo, si hablamos de "algo tan serio" como es pregonar la fiesta: "El humor es mi profesión, lo llevo intrínsecamente en mi forma de ser, pero cada cosa tiene su momento. Es cierto que la Semana Santa crea situaciones de humor, de hecho hay una parte en mi pregón en la que describo con cierta gracia el momento en el que una persona se acerca a ver un paso, pero una cosa es la Semana Santa y otra el humor. No me apetecía escribir algo gracioso sino que me saliera del alma", sentencia Cadaval.
Para ello ha buceado a este lado del río, repasando todas las cofradías trianeras, "incluidas Pasión y Muerte y las Cigarreras, así como las que un día nacieron aquí, como Los Gitanos, San Benito y las Aguas". Eso sí habrá una que tendrá un sitio especial: "San Gonzalo es mi hermandad, donde saco mi papeleta de sitio, aunque luego vaya de figurón, con mi traje de chaqueta delante del paso del Soberano Poder hasta donde me dejan", señala a quien muchos conocen más como la Omaíta o Paco, en alusión a los personajes que encarna, junto a su hermano Jorge, en Los Morancos.
Una pincelada más del pregón. Incluye una parte muy sonora: "Hay alguna sorpresilla de composición musical". Lo que sí apunta es que San Gonzalo le debe una a Antonio Delgado, el astrofísico sevillano que desde Brasil que salvó el viacrucis: "Hay que hacerle un homenaje muy grande", dice al tiempo que tilda "impresionante" la imagen del Señor aquel primer lunes de Cuaresma. Hoy se pondrá en sus manos para pregonar "lo cotidiano, las vivencias personales, el día a día, lo que siente un trianero cuando llega la Semana Santa".
