Tras el susto que supuso el que el parto se adelantara al menos tres semanas, todo salió finalmente bien y la ministra de Defensa, Carme Chacón, abandonó ayer a mediodía y entre los aplausos de los que allí se encontraban el hospital de Sant Joan de Deu de Esplugues de Llobregat, con su hijo Miquel entre los brazos y acompañada de su marido, Miguel Barroso.
Chacón informó de que tanto ella como el bebé se encuentran bien y aprovechó para agradecer el interés que han mostrado los medios de comunicación por el nacimiento de su hijo, del que ha dicho que "come bien". "Afortunadamente no lo puede controlar una todo, la madre naturaleza tiene estas cosas y Miquel tenía ganas de salir", explicó.
La ministra expresó su "gratitud infinita" tras haber sido madre el pasado lunes 19 de mayo de su primer hijo. "Esto es algo maravilloso que no tiene explicación ni comparación con nada", afirmó Chacón, que manifestó su intención de permanecer en Esplugas junto a su familia hasta el domingo, cuando se trasladará con ellos a su domicilio del Ministerio de Defensa en Madrid.
Allí compartirá el periodo de baja por maternidad con su marido, aunque aclaró que las primeras semanas se las tomará ella, ya que hay cosas que no se pueden compartir "como dar el pecho". "Vamos a compaginar a partir de ahora, como tantas parejas hacen, nuestra vida profesional con la familiar", añadió.
A pesar de estar de baja, la ministra aseguró que podrá continuar "estando en contacto" con sus colaboradores y "atenta a todo lo que ocurre".
