Día de despedidas el de ayer en el seminario sobre políticas de inclusión social. Hoy, entrega de diplomas y clausura en los cuatro cursos restantes.
-¿Cuáles son los principales problemas de exclusión en Andalucía?
-La exclusión social no es un concepto estático, es muy dinámico. Este factor lo debemos tener en cuenta a la hora de abordar las políticas sociales. Uno de los más importantes son la asistencia sanitaria deficiente y el problema de los sin techo.
-¿Qué grupos son los más perjudicados por esta exclusión?
-Las personas mayores sin familia, que gracias a la Ley de Dependencia van a ver su precaria situación resuelta. Por otro lado, como mencioné antes los sin techo. Los niños, enfermos mentales, gente que vive en infravivienda, personas maltratadas... Son un gran número de personas las que necesitan ayuda. En este sentido también puede ser excluido un chaval universitario que no encuentra empleo, es otra forma de exclusión social.
-¿Dónde se encuentran los fallos de la Administración en este sentido?
-Yo creo que hay un fallo grande de coordinación. Hay muchos otros pero ése es el más importante. Necesitaríamos una Consejería de la Transversalidad que dependiese de Presidencia. Habría que unir Salud, Servicios Sociales, Empleo y Educación. Además de otras cuestiones, que también necesitan una rápida actuación.
-Como Defensor del Pueblo Andaluz, ¿cuáles son las principales quejas que recibe?
-Últimamente estoy recibiendo muchas peticiones de ayuda en tema de dependencia. También personas que se encuentran en la calle y no tienen un lugar donde vivir. Por otro lado están ciudadanos que se encuentran encarcelados por diversos motivos. Familias que tienen a menores con diferentes trastornos, debido al gran colapso que hay en los servicios de atención a este tipo de personas con problemas, personas paradas... En definitiva, me llegan problemas de la más diversa índole.
-¿Qué elementos no recoge o le faltan a la Ley para favorecer la inclusión social?
-Hombre, no se puede decir que la Ley sea perfecta. Ahora mismo está en proceso de aplicación y esperemos que vaya por el buen camino. Además de la legislación en la materia, necesitamos la implicación de la persona a la que se ayuda. Sin su participación, es imposible facilitar su integración. Por otra parte, no queremos que la nueva ley quede en un red de renta mínima, queremos que se implique y ayude a todas la personas que queden a su alcance.
