La presencial policial, las sanciones a los gorrillas y las multas a los clientes de las prostitutas, medidas puestas en marcha por el Ayuntamiento de Sevilla para frenar la prostitución en las calles y a los aparcacoches ilegales, son adecuadas, pero deben ir acompañadas de medidas sociales para que estas personas puedan ganarse la vida de una forma más digna. Eso es lo que defendió ayer el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, tras su primera reunión con Juan Ignacio Zoido como alcalde.
Chamizo recalcó que no se puede “soportar” que las mujeres recurran a esa situación “indigna” para ganarse la vida, que hay que “trabajar” con el colectivo de prostitutas y buscar alternativas para erradicar estas prácticas. “Muchas están ahí para poder comer o para mantener una adición”, indicó, remarcando el carácter social del problema.
En cuanto a los gorrillas, el Defensor del Pueblo apoyó las medidas tomadas a cabo por el Ayuntamiento de Sevilla, “la presencia policial y la penalización de la doble fila”, pero lanzó una pregunta ante los periodistas y el propio alcalde: “¿Qué hacemos con los que no tienen ni para sobrevivir?”. Tras indicar que la situación de Bami no es extrapolable a toda la ciudad, añadió que en este conflicto tienen que intervenir “otras administraciones para paliar esto”, en alusión a la Consejería de Asuntos Sociales.
Precisamente Zoido también apuntó que llamará a las puertas de la Junta para lograr fondos y colaboración en la lucha contra la prostitución porque “no se pueden tolerar recortes en asuntos sociales”. De hecho, recordó que en este problema hay dos víctimas: los vecinos y las mujeres, “que se ven obligadas a hacer unos actos que afectan a su propia dignidad, y de ahí que los servicios sociales se tengan que implicar”. Eso sí, por ahora no hay ninguna medida en marcha para lograr la integración social y laboral de estas mujeres, de ahí la llamada de atención de Chamizo.
Sin patrullas. El alcalde aseguró que la Policía Local está interviniendo de forma general en toda la ciudad, y no sólo en Bami, para acabar con los aparcacoches ilegales y la doble fila, que su compromiso es aplicar “tolerancia cero” ante esta actividad “prohibida e incívica”. Zoido condenó los daños ocasionados en el coche de la presidenta de la asociación de vecinos Bami Unida, Laura Baños, pidió tiempo para desarrollar la ordenanza municipal y rechazó de plano que los vecinos organicen patrullas ciudadanas para “tomarse la justicia por su mano”. “De organizarse en pandillas o grupos, ni hablar”, sentenció. El pasado jueves, el presidente de la Coordinadora de Asociaciones Independientes de Sevilla (CAIS), José Baena, apuntó que había vecinos dispuestos a patrullar las calles, de ahí la reacción del alcalde, que coincide con la postura de la asociación Bami Unida. De hecho, Baños manifestó que hay que esperar a que la presencia policial y las multas o los trabajos comunitarios para los insolventes surtan efecto. Por su parte, Chamizo indicó que desconoce hasta qué punto va a ser “eficaz” la medida de pedir a los gorrillas que realicen trabajos para la comunidad.
En cuanto a la prostitución, Zoido explicó que la batida que realizó la Policía Local la noche del jueves por Sevilla Este se saldó con la identificación de tres prostitutas y un cliente (a los que no se les puede multar hasta la entrada en vigor de la ordenanza, en otoño) en una zona donde no hay viviendas habitadas, cercana a la glorieta de Alcampo. “En Sevilla Este puede haber prostitución de forma esporádica. Estaremos allí y habrá tolerancia cero en el barrio que sea”, apostilló en réplica a los vecinos. Éstos se mostraron “muy satisfechos” por los resultados del dispositivo policial desplegado en la zona, que se repetirá de forma esporádica, según el Consistorio.
El Consistorio, con más quejas de lo normal
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que dirige José Chamizo, recibe más quejas por el mal funcionamiento del Ayuntamiento de Sevilla que por muchas consejerías de la Junta. El número de reclamaciones recibidas superan “lo habitual”, según Chamizo, que defendió que el problema no está en la figura del alcalde en particular, sino en la configuración de los departamentos, de los que el de Movilidad se lleva la palma en número de quejas. Además, la relación entre la Oficina del Defensor y el Ayuntamiento no fueron buenas en el anterior mandato. En los últimos años se emitieron casi cien advertencias por la falta de colaboración e incluso se declaró la actuación entorpecedora del Consistorio dirigido entonces por el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Ante este panorama, el nuevo regidor, Juan Ignacio Zoido (PP), prometió ayer un cambio en el modelo: centralizará la recepción de las quejas que le lleguen del Defensor y agilizará las respuestas gracias a una mejor coordinación entre las distintas áreas municipales. Su receta será “mayor celeridad y eficacia para atender de manera ejemplar a los ciudadanos”, dijo. La intención de Zoido es mejorar la relación con el Defensor y la “imagen” del Ayuntamiento. El regidor hispalense se mostró confiado en que la “mejora” que pretende desarrollar en el funcionamiento de los servicios de la ciudad redunde en un descenso de las quejas recibidas por el funcionamiento de los servicios del Consistorio, y que, en cualquier caso, se puedan tomar “inmediatamente” las “medidas paliativas” para corregir las “deficiencias detectadas”. Eso sí, el alcalde aclaró que la “centralización” de la recepción de quejas no pasa por un “incremento de servicios ni de costes administrativos”, sino por una mejor organización de los que ahora están “dispersos”. Chamizo, calificó de “fructífera” la reunión con el alcalde, antes de precisar que esperará un tiempo prudencial para que se vaya viendo “de qué manera se van abordando” desde el Consistorio los temas planteados, con la esperanza de que en esta nueva etapa haya “mucha más agilidad” en las respuestas por parte del Consistorio.
