I.Morillo / I.Carretero
El presidente de la Junta, Manuel Chaves, se incorporará al Gobierno de Zapatero asumiendo una vicepresidencia y dejará Andalucía tras 19 años en el poder. La oferta abre de golpe la sucesión que el PSOE lleva rumiando un año. Fuentes del Ejecutivo y de la dirección socialista confirmaron que el vicepresidente segundo, José Antonio Griñán, tomará el relevo.
Chaves lleva tiempo madurando una oferta de Zapatero para incorporarse a una vicepresidencia del Gobierno en uno de los momentos políticos más delicados desde que el PSOE llegó al poder en 2004. No es ningún secreto que Zapatero tenía en ciernes una remodelación de su gabinete. Se ejecutará mañana, a la llegada del presidente de España de Estambul, donde inaugura hoy el foro de la Alianza de Civilizaciones. Será el miércoles, durante el Consejo de Ministros, cuando está previsto que los nuevos cargos tomen posesión.
La agenda prevista era no comunicarlo oficialmente hasta el mismo martes y mucho menos que esta noticia tapase el encuentro del presidente español con Barack Obama. Zapatero no quiso ayer en rueda de prensa desvelar sus planes. La crisis en el Ejecutivo será la oportunidad para abordar otro gran dilema del PSOE, la sucesión del último barón de la generación de Felipe González y el gran referente en uno de los graneros de votos más importantes para los socialistas: Andalucía.
Manuel Chaves se incorporará con toda probabilidad a una vicepresidencia tercera, junto a María Teresa Fernández De la Vega y Elena Salgado -sustituta de Pedro Solbes-, como uno de los puntales del Gobierno. Sus competencias serán las del Ministerio de Administraciones Públicas, aunque ampliadas con responsabilidades en la coordinación de todas las políticas públicas, según informaron a este periódico fuentes cercanas al aún presidente de la Junta. Zapatero no quería sólo un cambio de personas sino también una reestructuración más profunda del Gobierno, suprimiendo ministerios y reordenando competencias, agregaron. El peso de Chaves en el nuevo Ejecutivo compensará la más que posible salida de otra andaluza, la malagueña Magdalena Álvarez, que está previsto que entregue la cartera de Fomento al actual vicesecretario general del PSOE, José Blanco, el hombre fuerte de Zapatero en el partido.
El presidente andaluz, que aterrizó en la política autonómica en 1990 desde el Ministerio de Trabajo y que lleva 19 años al frente de la Junta -los socialistas gobiernan desde hace 29 en Andalucía-, dejará a un coetáneo al frente del Gobierno andaluz. El consejero de Economía y vicepresidente segundo de la Junta desde esta legislatura, José Antonio Griñán, no sólo es de la misma generación política de Chaves y un hombre de su total confianza, sino que también se cuenta entre los amigos personales del presidente andaluz. Griñán se reincorporó al Ejecutivo andaluz en 2004 y desde entonces ha crecido su influencia en el gabinete y también su posición en el partido, donde aunque no tiene ningún cargo orgánico relevante ha ganado en influencia y su trayectoria no tiene discusión interna. Su salto a la presidencia se produciría en un momento de protagonismo indicutible por la gestión de la crisis económica.
Griñán no quiso ayer confirmar ni desmentir su nombramiento y fuentes de su Consejería aseguraron que no tomará la palabra hasta que el partido lo designe oficialmente. Tampoco el Gobierno andaluz se pronunció oficialmente. La elección de Griñán no zanja el debate de la sucesión, al ser el político cordobés de la misma edad del presidente que sale. La pregunta de si será o no el candidato del PSOE-A en las elecciones de 2012 queda aún sin respuesta.
La marcha de Chaves a Madrid puede provocar más cambios en el Ejecutivo autonómico. Griñán llega con margen para hacer su propio equipo, por lo que no está descartado que mueva fichas dentro del actual Ejecutivo. Una interrogante es la continuidad del actual vicepresidente primero y consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías. Quien ha sido la pieza fundamental de Chaves en el Gobierno durante 15 años podría también irse a Madrid y ocupar un lugar destacado en el organigrama de Moncloa, según fuentes del Gobierno andaluz. Zarrías es el más veterano de la Junta. Fue consejero de Industria en 1995 y 1996 y desde entonces ocupa la Consejería de la Presidencia.
Otro de las posibilidades sobre la mesa sería la incorporación de Mar Moreno al Gobierno andaluz, de donde salió precipitadamente en julio de 2008 reclamada por Zapatero para ocupar la secretaría de Relaciones Institucionales y Política Autonómica en la dirección federal del PSOE. Moreno ha sonado siempre en las quinielas para suceder a Chaves y su fichaje por Zapatero fue interpretado en clave sucesoria.
Fuentes cercanas a Chaves confirmaron que aunque todo se ha desencadenado de forma inesperada y abrupta no ha sido así como se ha gestado. Los protagonistas de la historia -Zapatero y Chaves- llevaban ya tiempo madurando la posibilidad de aprovechar que se abría una crisis de Gobierno para adelantar los cambios que "antes o después" tenían que producirse en Andalucía. Quienes conocen de cerca al presidente de la Junta no han dejado de mostrarse sorprendidos por esta decisión de Chaves de marcharse a Madrid en la recta final de su carrera política. No obstante, si hay un rasgo que todos coinciden en destacar es que el dirigente andaluz es, ante todo, "un hombre de partido", incapaz de decir que no a Zapatero en esta tesitura.
