El incumplimiento del Estatut el pasado 9 de agosto dificulta ahora que el Gobierno pueda respetar la fecha que el Estatuto andaluz fija para cifrar la deuda histórica, el día 20. La Junta busca con Madrid una salida política sin agraviar a Cataluña. Zapatero pide "calma".
El vicepresidente segundo de la Junta, José Antonio Griñán, advirtió el miércoles en el Parlamento de que el apoyo de Andalucía a la financiación autonómica pasa por que el Estado salde la Disposición Adicional Segunda del Estatuto, la deuda histórica, que cifró entre 1.148 y 1.742 millones. Lo mismo, pero de una forma más directa, dijo el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro.
No fue casual. La estrategia estaba estudiada por la Junta y los socialistas andaluces. El Estatuto andaluz fija el próximo día 20 como fecha tope para que Gobierno y Junta cierren un acuerdo sobre la cantidad de la deuda. El Gobierno andaluz estuvo ayer esperando que el Ejecutivo de la nación respondiera al órdago, pero la cita para una reunión en Madrid no llegó. Fuentes oficiales del Ministerio de Economía aseguraron ayer a este periódico que la "prueba" de su voluntad de llegar a un acuerdo el anticipo de 300 millones incluido en el Presupuesto de 2008. El departamento de Solbes no descarta una reunión con la Junta antes del día 20.
La inquietud generada por el ultimátum de la Junta -alineada con el Gobierno en la negociación del sistema de financiación, frente al vocerío de otros territorios- llevó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a llamar a la "calma" y la "tranquilidad". "Sólo puedo decir que éste es el Gobierno que ha reconocido y que ha puesto en práctica la aportación a Andalucía sobre la deuda histórica", sostuvo.
La redacción de la deuda en el actual Estatuto, pactada por el Gobierno y la Junta en Madrid a finales de 2006, deja claro que había que zanjar este litigio que se remonta a principios de los 80 y le pone fechas. A eso se agarran los socialistas andaluces. "Éste es un compromiso de las dos partes", recuerdan, al tiempo que defienden que son las circunstancias políticas, más que la crisis económica o una falta de sensibilidad con Andalucía, las dificultan el acuerdo. "La etapa en la que Madrid desconocía lo que era la Disposición Adicional Segunda del Estatuto y creía que los andaluces se habían inventado un cuento para sacarle los cuartos está superada. Admiten y reconocen la deuda", señalaron desde el Gobierno. "El problema es hoy el agravio con Cataluña", añaden. "La coyuntura es de perros", admitió gráficamente otro dirigente socialista.
El freno está en el desafío de Cataluña al Gobierno de Zapatero. Los catalanes han emprendido una dura ofensiva después de que la fecha fijada en su Estatuto para que pactase una nueva financiación, el pasado 9 de agosto, pasara sin acuerdo. "Las fechas son diabólicas", apunta un alto dirigente del PSOE-A. Incumplir el Estatut hace un mes y medio y respetar ahora el andaluz supondría meterle el dedo en el ojo a la Generalitat y al PSC. La aprobación de los Presupuestos del Estado está a la vuelta de la esquina.
Llegados a este punto, los socialistas andaluces y la Junta admiten en privado que les basta "con un gesto político" porque el mismo Estatuto establece 18 meses más para cobrar la deuda. Puede no consignarse una cantidad por la deuda en los próximos presupuestos, mientras que se salde en 2010, admiten.
¿Qué respuesta dio Zapatero a Cataluña cuando se saltó su Estatuto? Prometió a la Generalitat un acuerdo de financiación en tres meses, antes de 2009. En el PSOE hay quien opina que podría darse un escenario similar. "El Constitucional ha dicho ya que la deuda histórica es parte de la financiación y el Gobierno puede fijar su compromiso de pago en el contexto de esa negociación", apuntan como "salida política". Pese a ello, el PSOE-A insiste en que este tema sólo se puede abordar de forma bilateral entre Junta y Gobierno.
