-->-->-->-->El expresidente de la Junta, Manuel Chaves, ha comparecido en la comisión de los ERE en el Parlamento andaluz y ha sostenido en todo momento que el procedimiento bajo el que se concedieron las ayudas bajo sospecha era legal, si bien tenía un amplio margen de discrecionalidad. "El procedimiento era sucinto, escueto, con un amplio margen de discrecionalidad, sí, pero legal". Es quizás una de las claves de su intervención, en la que ha defendido al exconsejero de Empleo, Antonio Fernández, si bien ha admitido que las recomendaciones realizadas por la Intervención General de la Junta debieron de ser atendidas por la Consejería.
"El señor Fernández hasta que no se demuestre lo contrario es presuntamente inocente", ha defendido en la comisión parlamentaria. El expresidente de la Junta ha defendido la legalidad del procedimiento de las ayudas, avalados, ha defendido, por el Presupuesto. "Hablar de programa opaco o de fondo de reptiles no es solo una desmesura, sino una falsedad y una descalificación intolerable que solo puede proceder de a mente perversa". Asimismo ha aseverado que el Consejo de Gobierno "en ningún momento conoció o avaló medida alguna irregular o acto ilegal".
Chaves, que posiblemente desde que anunció su marcha de la política andaluza no se había visto rodeado de tantas cámaras y tanta expectación en el Parlamento andaluz, ha defendido las políticas socio laborales de la Junta y ha enmarcado el supuesto fraude con una "utilización presuntamente abusiva del procedimiento". Chaves, aparentemente tranquilo, insistió una y otra vez en que este supuesto fraude "no puede descalificar todas la políticas de empleo de la Junta".
Ha defendido que no conocía el "día a día" de la Consejería de Empleo y que ha conocido los detalles de la trama a través de la prensa de esta comisión. "Yo confío plenamente en mis consejeros y en que hicieron lo debido", ha sostenido Chaves. "Que caiga todo el peso de la ley sobre quienes cometieron el supuesto fraude", ha afirmado.
El PSOE ha eludido formular preguntas. Por el PP ha preguntado Carlos Rojas, con quien el interrogatorio ha sido más tenso, y por IU, Alba Doblas. El presidente que después ha tomado un refresco en la cafetería del Parlamento ha dicho que se ha sentido en todo momento tranquilo y que su comparecencia ha transcurrido según lo previsible y sin sorpresas.
Han sido muchas las frases pronunciadas por el dirigente socialista que seguro serán objeto de análisis y debate. Chaves ha sido preguntado por los 15 informes de la Intervención que alertaban de irregularidades en el procedimiento bajo el que se repartieron más de mil millones de euros en ayudas. A este respecto ha asegurado que nunca tuvo conocimiento de tales avisos y que él nunca los leyó. "El informe tenía lógicamente sus destinarios", ha alegado. Efectivamente fueron remitidos a los consejeros de Empleo, Innovación y Economía. Éste último entonces José Antonio Griñán, que esta tarde comparecerá en el Parlamento para poner el broche final a la comisión de investigación de los ERE.
Chaves ha aludido también en varios momentos a la Cámara de Cuentas, el máximo órgano fiscalizador de las cuentas públicas, para dejar constancia que en ningún momento certificó ninguna ilegalidad. Sobre el papel del exinterventor de la Junta, Manuel Gómez, cuya comparecencia en la comisión ha sido clave y ha arrojado luz sobre las responsabilidades políticas, Chaves ha advertido que "un bombero también puede avisar, por qué no avisa". El exinterventor utilizó un símil, hoy recordado por el PP, asegurando que no hay razones políticas que expliquen que no se actuara para poner freno a ese fondo de ayudas y asegurando que si un vecino le avisa de que salen llamas por su cocina, hay que llamar a los bomberos. Los socialistas y la Junta alega que nunca emitió un informe de actuación, que hubiera sido remitido al presidente y encendido el código rojo.
El expresidente ha defendido que nunca se ha reunido a solas con el exdirector general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, hoy en prisión como supuesto cabecilla de la trama. "Nunca, nunca, nunca le he dado ninguna instrucción, consigna o directriz a un consejero, viceconsejero o director general para que dé una subvención", ha proclamado Chaves.
"Siento el mismo dolor que siente una gran mayoría de ciudadanos andaluces", ha repetido Chaves en su alegato final ante los diputados. Su mensaje político ha sido para el PP; a quienes ha acusado de tratar de sacar rédito político descalificando toda la política laboral de la Junta y "dañando la imagen de Andalucía". "Es muy peligroso, ésa es la base del populismo y la mayor gangrena que tiene en este momento la democracia".
"Ahora que puedo decir que mi tiempo político ha pasado, puedo señalar que he cometido errores pero siempre he actuado conforme a la ley", ha concluido Chaves.