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Chaves impone una 'tregua' entre Viera y Monteseirín

La crisis del PSOE de Sevilla forzó ayer la intervención del secretario general del partido. Manuel Chaves hizo un llamamiento a la responsabilidad. Y el pulso entre Sánchez Monteseirín y José Antonio Viera quedó congelado horas después.

el 15 sep 2009 / 15:37 h.

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La crisis del PSOE de Sevilla forzó ayer la intervención del secretario general del partido. Manuel Chaves hizo un llamamiento a la responsabilidad. Y el pulso entre Sánchez Monteseirín y José Antonio Viera quedó congelado horas después. La designación de Emilio Carrillo como portavoz municipal socialista quedó en suspenso.

El pulso entre el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el secretario del PSOE, José Antonio Viera, había alcanzado tal nivel de tensión que estaba poniendo en riesgo el Gobierno de la capital y amenazaba con salpicar al Ejecutivo autonómico -el viernes se remitió un escrito de protesta contra la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo y en la Ejecutiva se escucharon alusiones veladas a un supuesto apoyo de Gaspar Zarrías al sector crítico-.

Ayer era una jornada determinante. La dirección provincial se disponía a nombrar portavoz del grupo municipal a Emilio Carrillo en contra de la opinión del regidor y de ocho de los 15 concejales, lo que provocaba un conflicto que podría tener que resolverse con la intervención del PSOE andaluz o del federal.

El presidente de la Junta intervino públicamente ayer: "Es un problema que tiene su origen en una crisis del partido socialista que debe solucionarse por la vía del acuerdo y del entendimiento. Tienen que ser responsables, ya que todas sus acciones tienen repercusiones para la ciudadanía.

Es una crisis que no beneficia a nadie". Aunque fuentes socialistas negaron que haya habido una mediación directa de la ejecutiva regional, horas después de estas palabras, los dos líderes del PSOE sevillano anunciaron públicamente una tregua. Los miembros de los dos sectores enfrentados recibieron esta noticia tras mantener varios contactos y reuniones a lo largo de la mañana.

José Antonio Viera envió poco antes de las dos de la tarde un mensaje a los concejales del Ayuntamiento para desconvocar la reunión prevista para ayer por la tarde previa a la Ejecutiva en la que se iba a proponer a Emilio Carrillo como portavoz. Poco después, el alcalde anunció que tampoco convocaría a sus concejales en el Ayuntamiento -esta segunda reunión nunca llegó a estar realmente organizada ni comunicada a los ediles, según confirmaron fuentes municipales-.

Viera y Monteseirín accedieron de esta forma a rebajar la tensión y a distanciar el conflicto del debate público como requería el PSOE-A. A partir de este punto se abrió una negociación entre los dos sectores. La propuesta de Emilio Carrillo como portavoz socialista queda congelada y se abren las puertas a una posible salida de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis si ésta propiciase el acuerdo.

El secretario provincial tiene el apoyo de la Ejecutiva para reemplazar al actual portavoz, pero la intervención de la Junta ha cambiado el escenario. Cualquier acuerdo pasa, de momento, para el sector afín al alcalde por que Carrillo no dirija el grupo municipal y así lo ha comunicado el alcalde.

El ex vicealcalde ha mostrado su desconfianza públicamente en el regido y ha abierto una crisis con su dimisión como delegado de Urbanismo. La dirección del partido puede, por su parte, vetar a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis por ser uno de los máximos exponentes del sector crítico.

Carrillo se ha situado en el epicentro del conflicto. Y una de las claves para su resolución serán los pasos que dé a partir de ahora. El pasado viernes asumió su nombramiento como delegado de Recursos Humanos, cargo que no quería pero que aceptó a instancias de Viera.

El planteamiento era no poner trabas a la reestructuración del Gobierno local, que dejaba el poder en manos de los afines a Monteseirín, a cambio de que se impulsara una remodelación del grupo que lo dejase en manos de los vieristas.

Carrillo pertenece a la Ejecutiva Regional, puesto al que fue alzado por el propio Viera. Pero la dirección autonómica no ha visto con buenos ojos su dimisión como delegado de Urbanismo y las palabras de Manuel Chaves ayer revelan que el PSOE-A no quiere que el conflicto vaya más allá y que no está dispuesto a que sea necesario intervenir oficialmente para apoyar su nombramiento como portavoz.

Su posible designación por la Ejecutiva provincial podría ser recurrida al PSOE regional y al federal. Esto pondría al partido en un aprieto: desautorizar al secretario provincial que asumió en 2004 el reto de enfrentarse a José Caballos a petición de Manuel Chaves; o enfrentarse al alcalde y los concejales que tienen en sus manos el Gobierno de la capital andaluza.

Los siete ediles vieristas están ahora a la espera de los movimientos que realice la Ejecutiva provincial y, sobre todo, de la decisión que adopte Carrillo respecto a su nombramiento. Muchos de ellos han mostrado en diversas reuniones su malestar por los puestos que les ha asignado el alcalde, por sentirse "ninguneados" y por no haber tenido constancia de sus nuevas competencias hasta que el decreto de Alcaldía estaba ya firmado. Pero el viernes lo aceptaron. Los otros siete ediles siguen enrocados en torno a la figura de Alfredo Sánchez Monteseirín.

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