Justo al final del acto, cuando una lluvia de papelillos inundaba el escenario y los líderes celebraban los aplausos de sus militantes, se produjo uno de los gestos más significativos. Manuel Chaves dio un visible paso atrás para que la foto final tuviera dos protagonistas: José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán. Algunos socialistas lo comentaron. Las pantallas lo recogieron.
El gesto dice mucho, advierten en el PSOE andaluz. El mitin en Dos Hermanas era más que un acto multitudinario para animar al electorado a acudir a las urnas en las elecciones europeas del próximo 7 de junio. Eso les preocupa, sobre todo porque los sondeos señalan una escasa movilización social y que los andaluces podrían batir el récord de abstención que cosechó el referéndum del Estatuto de 2007 (63%). También porque ese dato confirmaría el agotamiento del granero andaluz que les puso en alerta a principios de año, en plena crisis económica.
Pero el mitin era también la escenificación ante la militancia de que el partido en Andalucía ha cerrado una puerta y ha abierto otra. De que hace un mes se zanjó la sucesión que el PSOE andaluz llevaba rumiando un año, desde las elecciones autonómicas, y a la que tantas vueltas se le había dado, dentro y fuera del partido. Se hizo y ¿ya está?, parecen preguntarse algunos.
El PSOE andaluz ha llevado a cabo una sucesión "modélica", según entienden los propios afectados. Sin guerras internas y sin heridas graves, aunque sí con algunos sarpullidos que la dirección vigila para que no vayan a más. Han pilotado el relevo con tanto "éxito", según calificó el propio Chaves, que a veces parece que no tienen del todo claro si sus militantes se han enterado de que ahora hay otro líder, que lleva tantos años en el partido como su antecesor -aunque entre la mayoría de los andaluces era a su designación un gran desconocido- y de que Chaves ya no aparecerá en los carteles de 2012.
El ex presidente andaluz trató ayer de recordarlo. Fue, avisó a los suyos, su primer acto del partido en Andalucía tras dejar la presidencia que ocupó 19 años. Se ha mantenido en la segunda fila. Hoy dirigirá por vez primera la reunión de la ejecutiva regional del PSOE desde que se fue el Miércoles Santo. "Siempre llevaré a Andalucía en mi pensamiento y en mi corazón", arrancó, "yo seguiré dándolo todo por Andalucía pero hemos dejado nuestra tierra en muy buenas manos, las de José Antonio Griñán", aseguró.
El sucesor fue recibido en su debut en el auditorio nazareno al cántico de "presidente, presidente". Si fuera un programa de televisión nadie dudaría de que el realizador había dado la consigna en el momento justo. Los socialistas aseguraron que fue espontáneo y que a ellos mismos les sorprendió gratamente. También a Griñán se le cogió un nudo en la garganta. "Os necesito a todos y a todas", recordó. "Por nosotros", dijo Zapatero, "que siga [Javier] Arenas cuanto quiera. El futuro sigue en el PSOE andaluz, ahora con Pepe Griñán", aseguró. Si alguien tenía dudas de que todo el PSOE, también la dirección federal, trabajará por su candidatura en 2012, ayer quedó más claro. Aunque siguen faltando tres años.
