El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quiere lavar su imagen algo dañada debido al conflicto que mantiene el Gobierno colombiano con las FARC. Después de que la guerrilla pusiera en entredicho a Chávez en el caso del niño Emmanuel, hijo de la rehén Clara Rojas, Chávez prefirió eludir la polémica y se limitó a transmitir su alegría de que el pequeño "está libre", a la vez que aseveró que espera nuevos contactos con las FARC para concretar el rescate de su madre, Clara Rojas, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo.
"Lo más bonito y lo más importante es que Emmanuel está libre", declaró Chávez en una breve referencia a "la frustrada, por ahora", operación que ideó para rescatar en Colombia a tres rehenes que las FARC se comprometieron a entregar a su gobierno. El líder venezolano señaló que desde que el pasado lunes, cuando su colega colombiano Álvaro Uribe, reveló la hipótesis de que el niño nacido en cautividad estaría en una centro estatal y no en manos de las FARC, hizo votos para que fuera "cierto".
Sin embargo, esta impresión no tenía nada que ver con lo dicho hace unos días, cuando Chávez acusó a Uribe de mentir al decir que el niño Emmanuel no estaba en poder de la guerrilla. Ahora, el anuncio de las FARC, que reconoció que el niño en Bogotá era Emmanuel, ha puesto en duda la credibilidad de Chávez.
Auxilio. En medio del intenso debate sobre el niño de Rojas, el hijo de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Lorenzo Delloyle, rogó a la comunidad internacional a que haga "una fuerte presión" sobre la guerrilla y el Gobierno colombiano para lograr "un acuerdo humanitario para la liberación de los rehenes".
Delloyle, en una entrevista con el diario italiano La Repubblica, precisó que su familia no quiere ninguna intervención militar: "No queremos encontrar cadáveres, sino rehenes vivos", dijo.
