Continúa en el árido norte de Chile las tareas del que ya se describe como el mayor rescate en profundidad de la historia. Los expertos intentan devolver a la superficie a los 33 mineros que quedaron atrapados a casi 700 metros bajo tierra, hace hoy ya 20 días.
Los trabajadores atrapados en la mina San José, cerca de la ciudad de Copiapó, a unos 830 kilómetros de Santiago, han comenzado a recibir alimentos y atención sanitaria y psicológica, que pretende prepararlos para una larga espera bajo tierra. También se les enviaron parches oculares, pues algunos presentan molestias, debido al polvo en suspensión en la mina.
Los expertos y autoridades se han sorprendido de las buenas condiciones que presentan los mineros. "Tenían mucho conocimiento, noción del tiempo, el día y la hora que era. La verdad es que la condición de ellos es óptima", explicó Andrés Sougarret, ingeniero responsable de las perforaciones efectuadas para llegar a los atrapados. Esto se debe, según dijeron las víctimas, a que se organizaron y, bajo la dirección de Luis Urzúa, un guía de 54 años, distribuyeron tareas para disponer de luz y agua y se mantuvieron unidos.
Además, realizaron un ordenado racionamiento de los escasos alimentos de los que disponían. En este sentido, la senadora socialista Isabel Allende dijo que pudo constatar que los mineros se mantuvieron ingiriendo cada 48 horas "dos bocados de atún (en conserva) y medio vaso de leche cada dos días". Una media galleta concluía el sustento de la treintena de chilenos.
Con respecto a las tareas de rescate, una sonda llamada Raiseborn, facilitada por la estatal Corporación del Cobre (Codelco), de 30 toneladas de peso, fue elegida para excavar en la mina San José un conducto de unos 38 centímetros de diámetro. Esta perforación será ampliada, posteriormente, a unos 66 centímetros, para sacar por ahí a las víctimas. Los encargados del rescate preparaban ayer la instalación de la máquina, que comenzará su trabajo dentro de dos días, según dijeron. Pero, como apuntan los expertos, podría tardar hasta 120 días en culminar su tarea.
También los equipos de rescate han logrado ya introducir tres sondas en la galería subterránea donde permanecen los mineros. La primera permitió el domingo verificar que los atrapados estaban vivos. La segunda fue introducida el lunes y ayer se llevaba a cabo la inserción de la tercera. El ingeniero Andrés Sougarret informó de que "ahora vamos a poder dividir las funciones. La primera sonda va a ser para la entrega de alimentos, la segunda para comunicarnos y buscamos que la tercera nos permita mejorar la ventilación".
Igualmente, los encargados del rescate comenzaron a diseñar la rutina que seguirán los mineros durante su largo encierro.
Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, declaró que la liberación se prolongará hasta finales de año. "Probablemente no van a estar con nosotros en la superficie para el Bicentenario (18 de septiembre), pero sí van a estar con nosotros para la Navidad y el Año Nuevo", confesó Piñera en un acto religioso en homenaje a los mineros.
