China lanzó ayer su nave espacial Shenzhou VII, con tres astronautas a bordo, en la base espacial de Jiquan. Se trata de la tercera misión espacial tripulada del país asiático, y marcará el hito de ser el primer viaje chino al cosmos en el que los astronautas llevarán a cabo un "paseo espacial" en el exterior de la nave. Esta experiencia sólo la habían llevado a cabo hasta ahora EEUU y la URSS.
La Shenzhou VII (literalmente, "nave sagrada" en chino) fue puesta en órbita gracias a una lanzadera Larga Marcha II-F, también de fabricación nacional, a las 21.10 horas (hora local).
El lanzamiento tuvo lugar desde el centro espacial de Jiuquan, en la provincia de Gansu (noroeste) y contó como testigo de excepción con el presidente chino, Hu Jintao, que siguió los avances de la nave desde el centro de operaciones.
"El éxito de este lanzamiento marca la primera victoria de la misión Shenzhou VII. En nombre del Comité Central del Partido (Comunista), del Consejo de Estado (gabinete) y de la Comisión Central Militar, manifiesto mi cálida enhorabuena a todos los trabajadores y fuerzas militares implicadas en la misión", declaró Hu.
Zhai Zhigang, Liu Boming y Jing Haipeng, los tres astronautas que viajan a bordo de la Shenzhou VII, declaron encontrarse "físicamente bien" minutos después del lanzamiento, según informa la agencia oficial Xinhua. Los 'taikonautas' (como China ha dado en llamar a sus astronautas, en referencia al término 'taikong', "espacio" en mandarín) permanecerán en órbita durante tres días.
