China recula y mantendrá la región de Tíbet sellada por temor a la entrada de activistas durante el recorrido de la antorcha olímpica por la región y pese a que las autoridades habían prometido reabrirla tras las revueltas que sacudieron la capital tibetana, Lhasa.
Pekín anunció la semana pasada que los grupos de turistas podrían visitar Tíbet y las regiones del Himalaya a partir del 1 de mayo, pero agencias internacionales de viajes han confirmado, según informa El País, que las autoridades chinas han dado marcha atrás y no reabrirán la zona, como consecuencia de las protestas que se han producido durante el recorrido de la antorcha olímpica, que ayer llegó a Buenos Aires.
China teme que activistas pro tibetanos se cuelen en la región y protagonicen manifestaciones como las que se están registrando en los últimos días en Londres, París y San Francisco. Entretanto, centenares de turistas que esperan para entrar en el Tíbet no han recibido los permisos de visitas, asegura el rotativo.
La inflexibilidad del Gobierno chino con el Tíbet se manifiesta también en su empeño de mantener el recorrido de la llama olímpica, a pesar de la creciente ola internacional de rechazo a que organice los Juegos Olímpicos del próximo verano. La antorcha recorrió ayer la ciudad de Buenos Aires en medio de una calma tensa debido a un fuerte dispositivo policial de seguridad para evitar disturbios mientras que miles de personas se agolparon en las calles del centro de la ciudad para contemplar el paso de la antorcha, con un recorrido próximo a los 14 kilómetros. Las manifestaciones se centraron en el emblemático Obelisco bonaerense, donde de concentraron decenas de personas con la celebración de los Juegos en Pekín.
Tíbet y la vía intermedia. El líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, afirma que si el Gobierno Chino "aplicase lo que está escrito en su Constitución, si concediera la autonomía municipal y regional y diera plenos poderes a los tibetanos todos los sentimientos negativos desaparecerían".
El Dalai Lama hizo estas declaraciones en una entrevista con el semanario italiano L'espresso publicada ayer, en la que propuso la Vía Intermedia, que, en vez de la independencia, reclama la autonomía de la región, y que fue aprobada en 1997 en un referéndum entre los exiliados tibetanos.
