Tibet vivió los peores disturbios de las dos últimas décadas tras varios días de protestas de los monjes budistas, que se saldaron con varios muertos y decenas de heridos, así como tiendas y coches incendiados. La violencia que estalló culmina una semana de movilizaciones con motivo del aniversario de las revueltas de 1959.
Al menos dos manifestantes murieron a consecuencia de los disparos efectuados por la Policía china durante los disturbios que ayer se registraron en la capital tibetana, Lhasa, los peores en casi dos décadas.
Varios testigos aseguraron haber visto dos cadáveres en la zona céntrica de Barkor, mientras informaciones no confirmadas hablaban de una cifra más alta de muertos. "Los tibetanos están protestando en Barkor. Han saqueado comercios chinos y la Policía disparó contra la multitud", aseguró un testigo.
Los disturbios se reprodujeron a lo largo del día y al cierre de esta edición las calles de Lhasa estaban bloqueadas, mientras los trabajadores permanecían en el interior de sus oficinas, añadió otra fuente testimonial.
Según un residente de la etnia Han, la mayoritaria en China, varios coches y tiendas habían sido incendiados.
Fuentes tibetanas en la ciudad aseguraron que los manifestantes estaban quemando y destrozando tiendas de propiedad china y negocios ligados a los Han a medida que avanzaban por la ciudad, ataviados con las tradicionales bufandas blancas en sus manos y gritando "Libertad para el Tíbet". Un gran contingente de la Policía armada se desplegó en Lasha.
Las protestas comenzaron el pasado 10 de marzo cuando cientos de monjes se lanzaron a las calles para recordar pacíficamente el aniversario de la aplastada rebelión de 1959 contra el mandato chino, que acabó con la huida al exilio de unos 100.000 tibetanos, entre ellos el Dalai Lama.
El Gobierno chino ha mantenido por el momento silencio total en relación a un tema que no quiere que se interfiera con la celebración de las olimpiadas en ese país.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) aprobaron ayer por unanimidad un texto de condena a China por la detención de manifestantes a favor de la libertad del Tíbet y pidieron su inmediata puesta en libertad.
El Dalai Lama. El Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet, aseguró ayer que los disturbios registrados en la capital de la región son "una manifestación del arraigado resentimiento de los tibetanos bajo el actual Gobierno" chino.
En un comunicado difundido por el Gobierno tibetano en el exilio indio, Tenzin Gyatso se mostró "profundamente preocupado" por las protestas, en las que se han registrado ya la muerte de varias personas.
El Dalai Lama llamó a los dirigentes chinos a "dejar de usar la fuerza" y abordar el resentimiento de los tibetanos a través del "diálogo", a la vez que instó a sus compatriotas a no usar la violencia en sus protestas.
"Tal y como siempre he dicho, la unidad y la estabilidad bajo la fuerza bruta es como mucho una solución temporal. No es realista esperar unidad y estabilidad bajo un dominio así", dijo el líder espiritual budista.