China negó hoy que el incidente que marcó el encendido de la antorcha olímpica ayer en Olimpia refleje el sentir general de la población mundial y aseguró no estar avergonzada por lo ocurrido.
"Cualquier intento de molestar o ensombrecer los Juegos Olímpicos es impopular. La vergüenza no está en el lado de China sino en el de aquellos que han irrumpido en el relevo de la antorcha", aseguró en rueda de prensa Qin Gang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Se trata de la primera reacción china a lo sucedido ayer, cuando tres activistas pro derechos humanos desplegaron una bandera negra con cinco esposas en lugar de aros olímpicos durante el discurso de Liu Qi, presidente del Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG), antes de ser reducidos por las fuerzas del orden.
La prensa china ha hablado hoy de "éxito" y de "seguimiento masivo" de la ceremonia de ayer, que se retransmitió en directo a través de la televisión pública, pero en ningún caso alude a los incidentes que dieron la vuelta al mundo.
"China escucha toda clase de consejos y sugerencias mientras sean constructivas y está en contra de la politización de los Juegos, que contraviene las aspiraciones comunes del mundo", añadió Qin.
El portavoz de Asuntos Exteriores expresó su deseo de que las organizaciones activistas "adopten una actitud responsable" durante el relevo del fuego olímpico porque, dijo, lo ocurrido no es un reflejo de la opinión generalizada.
A pesar de que China asegura que la situación en Tíbet está volviendo a la normalidad, Qin dijo no poder asegurar que China vaya a permitir a los medios de comunicación extranjeros cubrir el relevo de la antorcha a su paso por la región y en su ascenso al monte Everest.
"La antorcha a su paso por el Tíbet recibirá la bienvenida de los tibetanos y los diferentes grupos étnicos", aseguró Qin, que deseo que el relevo se produzca en un clima de calma y de seguridad por todos los lugares por los que transite.
