Más de 700 soldados siguen trabajando a contrarreloj para evitar el desbordamiento del lago Tangjiashan, que en la actualidad amenaza a un millón de damnificados por el terremoto en el suroeste de China registrado el pasado día 12. Mientras, otro contingente ya ha trasladado a un lugar seguro materiales radiactivos y químicos presentes en la zona.
Las autoridades locales están, por su parte, cotejando tres planes de contingencia ante el eventual desbordamiento del lago: evacuar a 158.000 personas si se desborda un tercio de su volumen, 1,2 millones si se desborda la mitad y 1,3 millones si el dique de contención finalmente se rompe. La agencia oficial del país, Xinhua, aclaró que se trata de un plan, no de una orden inmediata.