De la influencia del mundo asiático no se escapa ya ni la Universidad. En la oferta académica de la Universidad de Sevilla se ha colado el grado (la denominación que fija el Plan Bolonia para referirse a las antiguas licenciaturas) de Estudios de Asia Oriental. Con el visto bueno del Consejo Andaluz de Universidades, este grado será uno de los nueve que se pondrán en marcha en los tres próximos cursos y que son, además de Estudios de Asia Oriental: Ingeniería Automática y Electrónica Industrial, Ingeniería de Materiales, Ingeniería Organización Industrial, Ingeniería Energética, Ingeniería Civil, Óptica y Optometría, Biomedicina y Criminología.
Los más inmediatos a sumarse al mapa de titulaciones de la Hispalense serán los grados de Ingeniería Civil (antiguo Ingenieros de Caminos) y Conservación de bienes culturales. En total, el curso 2010/2011 arrancará con una oferta de 57 titulaciones, tal y como recordó ayer el vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro.
El miedo que tenía la Universidad de Sevilla a que la aplicación del Plan Bolonia mermara el número de matriculaciones se ha quedado en un susto. Y pequeño a juzgar por los números que maneja la institución. Es en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas donde se ha producido un descenso más pronunciado, con un 2% menos de matriculados de nuevo ingreso este año con respecto al curso pasado.
Le siguen en la caída las ramas de Arquitectura e Ingeniería y Ciencias de la Salud (no llega al 0,5% menos). Por contra, en Arte y Humanidades y Ciencias la subida en el número de estudiantes de primer curso ha sido superior al 1%.
Pero donde se juegan los cuartos las universidades es en la oferta de másteres. Ahí es donde se ha hecho un esfuerzo sin precedentes para captar alumnos. Para el próximo curso, la oferta de estas enseñanzas en la Hispalense será de 74 másteres, con una media 30 estudiantes por cada uno. A quien piense que se trata de una oferta "abultada", el vicerrector de Ordenación Académica replica con otra cifra: Andalucía dispondrá de 400 másteres, lo que hace que la oferta de la Hispalense represente el 17% del total cuando su peso dentro del sistema universitario andaluz es de hasta un 25%. Por tanto, la política de Sevilla sobre este asunto ha sido "equilibrada, prudente y sensata".
MÁSTER DE SECUNDARIA. La sustitución del antiguo CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica) por un máster para poder ejercer como docente sí que ha sido un quebradero para la Hispalense. Se han matriculado 834 personas y a todas se les ha "intentado" dar la especialidad que escogieron en primer lugar. "Hemos respondido con eficacia", subraya Castro con cierta resignación. Y lanza una propuesta, cargada de lógica pero a título personal: "Espero que el máster se pueda cambiar en el futuro y que se dirija a todos aquellos que aprueben la oposición", no al contrario, como ocurre ahora.
