Los jóvenes científicos españoles que trabajan en el extranjero han coincidido en señalar que la calidad de vida en España es mejor que la de los países donde trabajan, pero reconocen que los fondos y medios destinados a la investigación en lugares como EEUU o el Reino Unido son muy superiores.
Así lo pusieron ayer de manifiesto varios de los participantes en un encuentro organizado en Madrid por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que aprovecha la vuelta a casa por Navidad de estos jóvenes investigadores para reunirlos con otros colegas, empresas e instituciones, de cara a su posible retorno.
Uno de estos científicos, David Sancho, que trabaja en el Centro de Investigación contra el Cáncer del Reino Unido, señaló que en aquel país "se vive peor que en España", pero es "increíble" poder trabajar allí, porque no hay limitación en medios materiales. "España podría llegar a ser la California de Europa" si la sociedad se implicara más, señaló, y "en vez de jugar en la segunda o la tercera división de la ciencia, podríamos hacerlo en primera". El investigador puso como ejemplo que los británicos destinan 13 euros per cápita al año a la investigación contra el cáncer, mientras que los españoles aportan 70 céntimos.
Para María Dolores Mayán, una gallega de 30 años que trabaja en el Medical Research Council británico, lo "malo" de España es que existen buenos centros de investigación, -como el CNIO y el CNIC-, pero son muy pocos y muy localizados en Madrid y Barcelona, mientras que en Inglaterra prácticamente los hay en todas las ciudades.