Cientos de sambeniteros se dieron cita en la festividad del ‘tránsito’

La ermita de San Benito Abad acogió una misa en la que participaron devotos procedentes de toda la provincia y hermandades de Brenes, Cantillana y Tocina-Los Rosales.

el 23 mar 2014 / 23:14 h.

Desde primera hora de la mañana las caravanas de vehículos, de autobuses y de peregrinos por el camino que lleva a la ermita de San Benito Abad dejaban entrever lo que a la una del mediodía pudo constatarse en las inmediaciones del santuario, situado junto al río Viar, en las primeras estribaciones de la Sierra Morena: cientos de sambeniteros se congregaban a las puertas de la ermita para celebrar la antigua festividad del tránsito de San Benito. Junto al domingo de romería, es el culto más importante, y conforme a las reglas de la Hermandad Matriz, se celebra el domingo más próximo al 21 de marzo. Este rito responde a la antigua costumbre de la Iglesia de celebrar la muerte de los santos, y en Castilblanco se ha conservado, además, con la onomástica para los que llevan por nombre Benito. sambeniterosLa Hermandad Matriz de Castilblanco, junto a las hermandades locales y a las filiales de San Benito de Brenes, Cantillana y Tocina-Los Rosales participaron de una misa, oficiada por el párroco Pablo Sánchez, y cantada por las voces del coro de la Virgen de Escardiel. Entre los devotos, decenas de ancianos y personas con movilidad reducida ocupaban los primeros bancos y asientos durante la misa, y aguardaban al término de ésta para que les llevasen al encuentro con la imagen de San Benito, que permaneció hasta última hora de la tarde expuesta en besamanos, al pie de su altar. Entre tanto no faltaban los cantes al Santo, también del coro de la hermandad de Cantillana, o en los numerosos y concurridos grupos que salpicaban todo el recinto del santuario, al que se desplazaron en autobuses desde La Algaba, Mairena del Alcor o Cantillana, entre otras localidades. Una barra servida por voluntarios de la hermandad dispensaba bebidas y tapas para recaudar fondos a beneficio del programa de acogida de niños bielorrusos en los que la Matriz participa desde el año 2007 como parte de la Confederación de San Cirilo y Metodio. Entre las tradiciones de los devotos, destacaba la presentación de los recién nacidos, como ocurre en la procesión durante la romería que se celebra el último fin de semana de agosto. Belén y Javier, una pareja de jóvenes de Castilblanco, llegaba al término de la misa con su pequeño Luis, de apenas 43 días, para hacer la presentación ante el patrón de su pueblo, en una tradición que, aseguran, se repite de generación en generación, por la devoción que en sus familias profesan al Santo. «Llevamos muchos años viniendo a San Benito en peregrinación tres veces al año: en marzo, en agosto y en octubre, desde Tocina» explicaba Antonia Rodríguez, con un grupo de la hermandad filial de Tocina –Los Rosales, que destacaban cómo en torno a este Santo se movilizan algunos años hasta 400 peregrinos, cuando llega la romería. «Hacemos más de 42 kilómetros» explicaba un vecino de San José de La Rinconada con su grupo de devotos, que acudían portando la medalla de su patrón, San José, que esta semana celebraba también la festividad de su santo. «Hay muchos sambeniteros de mi pueblo, pero aún no nos hemos organizado para constituir una hermandad», cita este vecino, que regenta una tienda de arte sacro donde «las imágenes y azulejos de San Benito son muy demandados». «Mi hermana tenía la promesa de estar aquí desde que se operó la rodilla», relata una sambenitera octogenaria, que acudía junto a otros familiares. Como este testimonio se pueden ver cientos, tantos que dos salas de exvotos recogen las historias, documentadas desde hace siglos, en las que los vecinos expresan con pinturas o fotografías su agradecimiento al Santo por motivos diversos como la recuperación de enfermedades o accidentes, o la superación de situaciones difíciles.

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