El campo español va a la huelga general. No durante un día, sino dos, hoy y mañana, y no será sólo una organización agraria la que convoque, sino tres -Asaja, UPA y COAG, que así manifiestan una inusitada unidad que hace tiempo que no se recuerda-, con el respaldo de las asociaciones de cooperativas y de regantes.
Sus voces, que esperan masivas y de todas las regiones, y con especial aportación de la más agroalimentaria de todas, la de Andalucía, se alzarán este sábado en Madrid, en una manifestación ante las puertas del otrora Ministerio de Agricultura, hoy de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
En suma, el sector agrario y ganadero se queja de que, pese a soportar una ya prolongada "crisis", sobre todo por la caída de los precios de sus cosechas, el incremento de los costes de producción (fertilizantes, carburantes, fitosanitarios, mano de obra) y el cierre del grifo del crédito, "es el gran olvidado" en la difícil coyuntura actual, y que las administraciones sólo prestan atención a la banca, el ladrillo y la industria.
Bajo el lema El campo se arruina. ¡Movilízate!, los agricultores exigirán al Gobierno que recupere el protagonismo estratégico de la agricultura para el conjunto de la economía nacional y que arbitre iniciativas para paliar esta crisis, entre ellas planes de viabilidad y herramientas financieras. Echan de menos, en este sentido, el compromiso adquirido con el agro por Nicolás Sarkozy, el presidente de Francia, y el plan de ayudas que ha aprobado.
Se temía que la unidad de las tres grandes asociaciones agrarias -y que no afloraba con tanta fuerza desde la movilización previa a la reforma del régimen comunitario de subvenciones al aceite de oliva, que se aprobó en 1998- quedara en agua de borrajas por las presiones que han recibido las organizaciones más próximas a los gobiernos socialistas, pero éstas, al final, han aguantado porque la crisis es seria y así se constata en los pueblos.
Tras la manifestación de Madrid, habrá que ver si se resquebraja, como ocurrió en otras convocatorias anteriores, como la del gasóil en 2005.
Pero, ¿estamos ante una huelga general o un cierre patronal? Lo segundo, según indica CCOO, puesto que quienes paran son los empresarios, los agricultores, y no los asalariados de sus fincas, y estima que aquéllos pretenden mantener sus beneficios "a costa" de los empleados.
Es más, éstos, según denunció ayer, se quedarán sin cobrar durante los dos días -en provincias como Almería o Málaga sólo será uno- que dure la paralización de las labores agrícolas y consideró un "sinsentido" que el agricultor se queje de los bajos precios que reciben por los productos frente a los que pagan los clientes finales cuando "participan y defienden" la vigente economía de libre mercado.
En el caso de Andalucía, además de la crisis actual, pesa sobre los ánimos del campo un octubre y un noviembre secos que han retrasado las siembras y dificultan el nacimiento de los cultivos. No en vano, aseguran que ya estamos en otra sequía.
Margarita Bustamante, Arturo Hidalgo, Manuel Cano, Manuel Félix Moreno y Abel Domínguez son cinco agricultores. Cada uno de ellos da sus razones por las que el campo sevillano debe parar hoy y mañana -ver video anexo-. Unos y otros comparten las mismas penas: caída de precios y renta, alza de los costes de producción, retraso de las ayudas y pagos y la falta de liquidez .
