Cinco personas, entre instaladores de gas y empleados de una constructora, han aceptado hoy penas de distintos meses de cárcel, que serán sustituidos por una multa, por la muerte de una mujer en una explosión después de que la instalación fuese manipulada sin cumplir la normativa.
La explosión se produjo el 28 de mayo de 2002 en unas viviendas de la calle María Fulmen de Sevilla que en esos días estaban siendo entregadas a los compradores, y donde una acumulación de gas provocó sobre las 17 horas una explosión y la muerte de A.C.M.
El juicio por estos hechos iba a celebrarse hoy en el juzgado penal 7 de Sevilla contra los cuatro instaladores que intervinieron en la vivienda, el administrador de la comunidad y un empleado de la constructora.
Cinco de los procesados han reconocido los hechos y han aceptado la condena por un delito de homicidio por imprudencia, mientras que la única acusación que imputaba al administrador ha retirado los cargos.
La juez ha dictado una sentencia de viva voz y todas las partes se han comprometido a no recurrir el fallo, han añadido las fuentes.
Previamente, tanto los familiares de la fallecida como una decena de propietarios, cuyos pisos quedaron afectados por la explosión, hicieron constar explícitamente que han sido indemnizados y que renuncian a las acciones penales.
Según los hechos reconocidos, la empresa Gas Natural había subcontratado la instalación de las viviendas a Gasista S.A., quien a su vez encargó las acometidas interiores a Martín Palomares S.L.
El día anterior a la explosión, el empleado de Gasista R.V.V., que debía instalar el contador en uno de los pisos, manipuló la llave de paso y "se marchó del inmueble sin proceder al bloqueo, precinto y taponamiento de la referida llave de paso, como exige la normativa", según la acusación.
El día 28, el empleado de Gas Andalucía M.M.J., en respuesta a un aviso y para detectar una fuga, encargó la necesaria prueba de estanqueidad a los otros dos imputados, los empleados de Martín Palomares R.O.T. y A.F.P., que "no estaban autorizados para la realización de dicha prueba", añade el escrito.
La acusación particular, que ejercieron el viudo e hijos de la fallecida, incluyó entre los responsables del siniestro a un empleado de la constructora por no actuar pese a que una vecina llamó por teléfono para alertar del fuerte olor a gas.
