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Cinco familias sin casa ocupan otro edificio vacío en Nervión

Estudian crear una cooperativa de talleres para poder autoemplearse.

el 21 dic 2012 / 10:39 h.

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Algunos de los nuevos inquilinos del bloque.

Cinco familias sin casa dieron a conocer ayer la ocupación de un edificio vacío en Nervión, con apoyo del movimiento 15-M, con la doble intención de tener un hogar y de denunciar las carencias de unas políticas de vivienda que permiten que haya miles de personas sin techo al mismo tiempo que miles de viviendas vacías. Desde el primer momento han comenzado a barajar la creación de una cooperativa de talleres que les permita autoemplearse.

Procedentes de situaciones extremas, después de vivir en lugares insalubres y hasta en la calle, diez adultos y 13 niños han ocupado las cinco viviendas de un bloque nuevo en la calle Mariano Benlliure, 43-45, que según aseguran es propiedad de una inmobiliaria de La Caixa y lleva vacío al menos dos años. Los pisos están sin estrenar pero han sufrido el expolio de los trabajadores que los construyeron, que para cobrarse las deudas que les dejó la constructora han estado arrancando sanitarios, grifos, tuberías y cualquier elemento que han podido llevarse para venderlo, según dijeron esos obreros a los vecinos.

"Próximos a lo que deberían ser unas felices fiestas, millones de familias no podremos sentir esa felicidad. Somos las familias que hemos sido despojadas de nuestros trabajos, pequeños comercios y viviendas, víctimas del capitalismo más voraz e ignorados por los gobernantes y las instituciones", denunciaron los ocupantes en un comunicado.

Ejemplo de esta situación es Teresa, de 45 años, casada y con dos hijos y 11 y 17 años, que siempre había trabajado con su marido en una tienda de alimentación que tenía en su propia casa hasta que hace dos años, después de meses en los que el negocio sólo les había dado para cubrir los gastos más básicos, tuvieron que cerrar. Les habían cortado la luz y al agua por impago en la vivienda y no podían continuar con el negocio. "La casa se la queda el banco. Hemos pedido la dación en pago pero estamos esperando respuesta", explicó a este periódico Teresa, que durante este tiempo ha estado viviendo en el sótano de unos familiares, donde la humedad provocó asma a su hijo mayor. Fueron otros desahuciados quienes les hablaron del 15-M. "Yo hace dos años no hubiera imaginado que haría lo que estoy haciendo. No tenía relación con movimientos sociales, vivía para trabajar, no hacía más que apretarme el cinturón pero no llegaba". Asegura que su hijo está "nervioso y preocupado por si me pasase algo", pero está segura de lo que hace: "No tenía alternativa, lo hemos pasado muy mal".

En otro piso, Edenisia vive con su marido y sus hijos de 8 y 4 años. Cuando a su marido lo echaron de un bar que cerró dejaron de poder permitirse el alquiler de 450 euros que pagaban. Ahora trabaja tres días por semana en otro bar, pero Edenisia cree que para pagar un alquiler tendrían que trabajar los dos. Ella ha sido cajera, ha limpiado casas y ha cuidado de personas mayores, pero ya no encuentra nada. Por eso confía en que fructifique la idea de crear una cooperativa de talleres que genere empleo para estas cinco familias, en las que ninguno de los adultos tiene un contrato a tiempo completo. "Cuando consigamos asentarnos seguiremos con la cooperativa", dice Edenisia. "No podemos pararnos".


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