Una explosión de gas en un edificio de Santander causó el miércoles heridas leves a cinco personas y obligó a desalojar a los 38 vecinos de los números 41 -el bloque donde se produjo la deflagración- y 43 de la calle Tetuán, que fueron realojados en apartamentos o en casas de familiares y amigos.
El suceso ocurrió sobre las 15.00 horas en la cuarta planta del edificio y causó heridas a tres personas que se encontraban en la vivienda donde se produjo la explosión y a otras dos más que estaban en otro domicilio. De ellas, cuatro fueron dadas de alta en la tarde noche del miércoles, mientras que la quinta víctima estaba a la espera de que le realizasen pruebas.
La explosión provocó considerables daños en el tejado del edificio número 41 y en la fachada trasera, que se derrumbó parcialmente. De hecho, desde la calle se podía ver ayer el interior de la vivienda afectada por la deflagración.
Los Bomberos de Santander decidieron desalojar temporalmente los dos edificios dañados hasta comprobar si sufren algún tipo de daño estructural, indicó el teniente de alcalde de la ciudad, Samuel Ruiz.
A lugar del siniestro acudieron 16 bomberos y dos patrullas de la Policía Local, para socorrer a los afectados. Además, los bomberos tiraron parte de la fachada de la casa, que da a un patio y a la calle Menéndez Pelayo, y que presenta un boquete de entre 5 y 7 metros de diámetro.
Estruendo . Algunos vecinos explicaron a la agencia Europa Press el "susto" que vivieron tras registrarse la explosión. "He oído un estruendo tremendo", señaló una vecina del número 45, quien tras la deflagración vio humo y oyó caer parte del edificio afectado, que, según dijo, es bastante antiguo. Señaló también que el inmueble donde vive ella está en buen estado, mientras que los otros dos se encuentran "deteriorados".
Por su parte, un vecino de un primer piso del número 43 comentó que se encontraba en la cama durmiendo cuando sintió un golpe, pero pensó que eran ruidos por las obras contiguas de un aparcamiento. Otro residente en el mismo inmueble relató que se le cayó parte del techo del salón, mientras una mujer expresó su miedo a quedarse en el edificio "y más con críos".
El edificio donde se produjo la explosión está situado en un barrio muy popular de Santander, a escasos metros del patio de recreo del colegio Castroverde. Ningún niño de ese centro de enseñanza se encontraba en ese momento en el patio, ya que era la hora de la siesta, según confirmó a Efe una de sus maestras.
Tras conocerse el siniestro, al lugar se desplazaron, además de Samuel Ruiz, los concejales de Protección Ciudadana, Eduardo Arasti; Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz; y Movilidad Sostenible, María José González Revuelta.
Asimismo, acudieron el consejero de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla, y responsables de Protección Civil del Gobierno regional.
Por su parte, Gas Natural de Cantabria no confirmó ayer que la explosión de la calle Tetuán sea responsabilidad suya, puesto que la Policía y los Bomberos no permitieron a sus técnicos el acceso al inmueble. No obstante, "como medida de seguridad", cortaron el suministro de gas a los edificios siniestrados.
Fuentes de la compañía indicaron que hasta que no se permita a Gas Natural acceder al edificio siniestrado, no se podrá determinar si se trata de un escape, y en caso de que así fuera, poder adoptar las medidas pertinentes.