57 inmigrantes murieron de hambre y sed cuando iban rumbo a Canarias después de que la barca que los trasladaba sufriera una avería en un motor cuando intentaban alcanzar territorio español. El cayuco partió de Senegal el 16 de octubre.
El hallazgo del cayuco se produjo en la franja de territorio saharaui controlado por los militares mauritanos. Al parecer, a bordo de la patera viajaban un total de 150 inmigrantes. Hasta el momento, la cifra de víctimas se sitúa en torno al medio centenar, más otros 2 que fallecieron en el hospital y otros 5 que aún permanecen muy graves. Según las primeras estimaciones se trataría de muertes producidas por inanición y frío en un trayecto de más de dos semanas.
El cayuco salió el 16 de octubre de Senegal y la avería se produjo en la costa de Marruecos, cerca de la frontera entre Mauritania y el Sáhara Occidental y fue localizada por el Ejército mauritano, que rescató a 92 supervivientes. Una vez que se acabaron las reservas de alimentos y agua, comenzaron a morir los primeros ocupantes que inmediatamente eran arrojados por la borda, según han explicado los supervivientes de la tragedia.
Al menos cinco personas se encuentran en un hospital en Nuadibú y los rescatados están en un centro de detención a la espera de su repatriación a los países de origen, lo que se prevé que ocurrirá en un plazo de 48 horas.
Con las víctimas de esta tragedia, sobrepasan ya de 350 el número de subsaharianos que han fallecido o desaparecido en su intento de llegar el Archipiélago en lo que va de año. A finales de octubre, la Guardia Civil informaba de una cifra de 22 fallecidos "conocidos y confirmados" en la travesía de Canarias, aunque estimaba que los desaparecidos en el océano podía alcanzar las 255 personas.
Esta cifra no incluía los 55 inmigrantes que perecieron durante la travesía de un cayuco que fue hallado por el pesquero español Tiburón III a unas 300 millas de Senegal, con un único superviviente y siete cadáveres a bordo.
El inmigrante hallado con vida relató que el cayuco había iniciado su travesía hacía 21 días con 56 personas, pero que el motor se rompió y a medida que sus ocupantes morían fueron tirados al mar, menos los últimos siete por falta de fuerzas.
El otro gran suceso tuvo lugar el pasado 19 de julio, cuando más de 50 inmigrantes -88 según los supervivientes- desaparecieron en aguas del Atlántico, al volcar el cayuco en que viajaban más de un centenar de personas, que estaban a punto de ser rescatadas por Salvamento Marítimo. Cuarenta y ocho personas lograron ser rescatadas, mientras que sólo tres cadáveres fueron recuperados.
Otros trece inmigrantes murieron también el pasado 19 de agosto, al naufragar al sureste de Fuerteventura una patera en la que viajaban una veintena de personas. Dos de los cadáveres fueron recuperados, pero los supervivientes aseguraron que durante la travesía tiraron al mar a once compañeros.
El pasado 7 de septiembre, diez inmigrantes de origen magrebí fallecieron también frente a la costa del municipio grancanario de Agüimes, al saltar al mar creyendo que ya habían llegado a la orilla después de que su patera tropezara con una roca. Sobrevivieron ocho compañeros.
El año pasado, la Guardia Civil confirmó la muerte de 24 inmigrantes en su viaje a Canarias, aunque estimó que el número de desaparecidos podía alcanzar al millar.