Sevilla es una ciudad tan sobrecargada de magia, incluso en estado de reposo, que en cualquier momento, a la menor chispa, corre el riesgo de cortocircuitarse y descargar sobre la ciudad el torrente de todas sus criaturas imaginadas o legendarias. Si una madrugada cualquiera se oyen fantasmas en Santa Cruz; si las campanas de San Lorenzo, da igual la tarde, suenan a paredes huecas que esconden un crimen, ¿qué puede pasar mañana noche, por ejemplo, cuando el relato becqueriano de Maese Pérez, narrado con el vozarrón de Jesús Vigorra, alcance las sombras del compás de Santa Inés al tiempo que el órgano estampa sus notas contra el coro de la capilla? ¿Comenzarán a emerger de las sombras personajes con golilla? ¿Se llenarán las calles de alguaciles, duelistas, monjas seducidas y pistoletazos desde los carruajes, como si se hubiese abierto una puerta al inframundo hispalense? Otro misterio más en el que habrá que estar. En estas páginas no se suele citar mucho a los políticos por una cuestión de pudor, pero es que lo que ha dicho la concejala de Cultura, Maribel Montaño, es una verdad como un piano (como un órgano, en este caso): que lo de mañana en la calle Doña María Coronel va a ser una oportunidad única, una inmersión de los pies a la cabeza en la Sevilla mítica.
Pero no sólo lo de mañana. Ése es únicamente el comienzo de un ciclo que, bajo el sugerente lema de Órganos Históricos de Sevilla, le va a poner los vellos de punta a cualquiera que haya paseado alguna vez por la ciudad con su padre de la mano. Durante lo que queda de mes, que es la mitad, esta serie va a conducir a los sevillanos, arrastrados por la magnética seducción de su música sacra, de templo en templo y de leyenda en leyenda, así que no le extrañe que a alguno se le vaya la pinza de pura sobredosis y, encaramado a la estatua de Daoiz, mismo (cuidado con los pinchos contra las palomas), empiece a reprochar sabe Dios qué cosas a las oscuras golondrinas. No es para menos.
Porque si la primera sesión es en Santa Inés, la del domingo que viene será nada menos que en el convento de la Encarnación, en cuya placita de Santa Marta sitúa el drama de Zorrilla el rapto de doña Inés por don Juan Tenorio. Se pasa así de la música de un fantasma al canto de un fantasmón, cuyos requiebros en verso tenían el fuego de una melodía arrebatadora, como en esa carta previa al secuestro en la que el petulante truhán le dice a la ingenua novicia que se acuerde de quien llora al pie de su celosía, y todas esas cosas.
Este segundo concierto transcurre, pues, en uno de los rincones más sobrecogedores de la ciudad: esa especie de cápsula de silencio que, en pleno fragor del centro, conserva sin embargo el aire conventual. Aquí no sólo intervendrá el órgano, sino también el sacabuche, que es una especie de tromboncito de varas antiguo que tuvo mucha fama en la Venecia barroca. Lo malo es que si le gusta cómo suena no va a encontrar muchos discos por ahí.
Otro de los escenarios de este ciclo de conciertos, el sexto que se organiza, será la iglesia de San Lorenzo, que diga usted si hay en Sevilla un paraje más preñado de misterio y de sensaciones escalofriantes que ése. Y si no, la de San Isidoro: imagínese allí, deleitándose con la vibración imponente de esos tubos, en el mismo lugar donde oían misa Cervantes y Murillo (cada uno por su lado, se entiende). O en el monasterio de San Clemente: figúrese escuchando el sonido del órgano justo al lado del sepulcro de doña Berenguela, que eso tiene que ser para pasarse la velada mirando de reojo. Vamos, que asiste usted a todos los conciertos y es capaz de hablarle de tú a don José María de Mena.
Al ciclo del año pasado fueron más de mil personas, aparte los escolares que asistieron a las actividades pedagógicas, que esta vez serán en San Lorenzo. También habrá visitas guiadas. Y no le enseñan a tocar el órgano porque no hay tiempo material, pero no por falta de ganas. De modo que lo suyo es empezar por asistir a esta velada literaria musical en Santa Inés y, si el fenómeno engancha, seguir en las posteriores convocatorias. Por el presupuesto no se preocupe, porque todos los conciertos son gratuitos y con entrada libre, mientras se quepa. Con el aliciente de que los aparecidos, como el saber, no ocupan lugar. Vaya preparándose, pues, para compartir con la fantasmagoría hispalense esta exquisitez.
De utilidad:
Qué: ‘Órganos Históricos de Sevilla'.
Calendario:
Mañana: A las 20.30, en el convento de Santa Inés, velada literaria musical en torno a la leyenda del Tenorio.
Día 17: Convento de la Encarnación (sacabuche y órgano)
Día 20: Iglesia de San Isidoro.
Día 22: Monasterio de San Clemente (canto y órgano)
Día 24: Monsterio de San Clemente.
Días 28 y 30: Iglesia de San Isidoro.
Días 19 y 27: Audiciones para escolares en San Lorenzo.
