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Ciudadanos reparan la valla de Andalucía de los Niños

La Junta se limitó a poner un candado a la puerta forzada el lunes, por lo que Legado Expo actuó. Rodríguez Almodóvar denuncia el abandono del parque.

el 08 may 2013 / 08:00 h.

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La Consejería de Hacienda de la Junta ha reforzado la seguridad de Andalucía de los Niños colocando sólo un candado en la puerta que el lunes fue forzada. Ésta es toda la vigilancia con la que cuenta el parque de maquetas heredado de la Expo, después de los últimos robos y actos vandálicos que han dañado algunas miniaturas. Valla agujereada. Valla agujereada. La valla metálica que rodea el recinto, cuya precariedad es apreciable a simple vista, seguía ayer  presentando varios agujeros por los que era fácil colarse dentro de este jardín, al que ya han despojado de todo el tendido eléctrico y de alguna de sus piezas más representativas, como los remates de la Giralda o la Torre del Oro. La Junta dijo el pasado lunes que había encargado una verja nueva, pero que no se puede colocar de un día para otro. Parece que tampoco le era posible cerrar con alambre estos boquetes o poner un vigilante. Y eso que se viene alertando de la falta de seguridad del recinto desde principios de abril. Ante la inoperancia de la administración, la asociación Legado Expo se presentó ayer en el parque y reparó por su cuenta los agujeros. Quien estalló después de ver las imágenes publicadas por este periódico fue Antonio Rodríguez Almodóvar, el que fuera director del Pabellón de Andalucía y de Andalucía de los Niños en la Expo, que lanzó un comunicado denunciando esta situación. “Desde la más profunda tristeza, no tengo más remedio que levantar mi voz y mi más enérgica protesta. Andalucía de los niños, el maravilloso parque de miniaturas que acompañó al Pabellón de Andalucía en Expo 92, está siendo literalmente destruido por el vandalismo, a causa directa del descuido en que lo tiene la Dirección General de Patrimonio, de la Junta de Andalucía”, señala. Miniaturas Cartuja“Desde que en 2011 Isla Mágica renunció a la conservación de este enclave, he hablado personalmente, e incontables veces, con distintos responsables, alertándoles del grave peligro que corrían esas instalaciones, si no se ponía la vigilancia adecuada. La última vez fue el pasado 9 de abril, en conversación telefónica con el director general. También por escrito, en un artículo que publiqué en la prensa local el día 10 del mismo mes, en el que terminaba rogando encarecidamente: ‘espero de las autoridades responsables que pongan protección y vigilancia, para impedir que el deterioro sea irreversible. Por lo que más quieran’. Pero de nada ha servido”, lamentó

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