Hillary Clinton ganó ayer por amplio margen en las primarias demócratas de Puerto Rico, según las proyecciones de voto hechas por la cadena de televisión CNN.
La participación electoral fue mucho más reducida de la esperada, a tenor de la escasa afluencia de votantes en los colegios electorales de San Juan. Y es que de los 2,3 millones de electores sólo acudieron a las urnas 400.000, con lo que la abstención rondó el 80%.
Aún así, la victoria de Clinton era esperada. Hasta Barack Obama lo reconoció poco antes de que la cadena de televisión CNN proclamase la victoria de la ex primera dama a las 21.00 horas teniendo en cuenta los sondeos realizados a pie de urna.
La encuesta se hizo con una muestra de 4.600 entrevistados en 42 centros electorales en la isla. De modo que Clinton habría ganado en seis de los ocho distritos electorales y recibiría 30 ó 31 de los 55 delegados en juego. Obama, en cambio, obtendría 24 ó 25.
Pero tras la decisión que los dirigentes demócratas tomaron el sábado y que insta a reducir a la mitad el valor de los votos de las delegaciones de Florida y Michigan en la próxima Convención Nacional de su partido en Denver, la ventaja que la senadora por Nueva York obtuvo en Puerto Rico se antoja pequeña.
Prueba de ello es que las cuentas a favor de Clinton sólo llegan a 1.877 delegados. Eso sí, aún falta sumar las dos últimas primarias que se celebrarán este martes en Montana y Dakota del Sur.
Obama, por su parte, acumula un total de 2.051 delegados, es decir: sólo le faltan 67 para la mayoría de 2.118 que le permitirá proclamarse candidato presidencial demócrata.
Esto explica que Clinton, que mantiene una feroz batalla desde hace casi seis meses por la candidatura presidencial demócrata con el senador por Illinois, fuera la principal defensora de la inclusión de los 368 delegados de Florida y Michigan con pleno poder de voto, donde ella era también la favorita.
