Cuando está casi todo por hacer, el abanico de posibilidades se multiplica. La internacionalización se ha convertido casi en una obligación para las empresas andaluzas y españolas y más ahora, conscientes de que el mercado interno no será capaz de remontar a corto plazo. Una de las salidas naturales se encuentra sin duda en Suramérica y más en aquellos países que, como Colombia, no presenta el hándicap del idioma y comparte muchos rasgos de su idiosincrasia.
El embajador de Colombia en España, Orlando Sardi de Lima, ofreció ayer las claves del mercado colombiano y señaló dónde se hallan sus potencialidades como foco de atracción de la inversión extranjera. El déficit de infraestructuras y transporte, el plan de construcción de viviendas, el aprovechamiento de los recursos naturales energéticos y minerales, la orografía perfecta para la explotación agropecuaria, así como la necesidad de tecnología en sectores punteros. Son solo algunos de los aspectos que puso sobre la mesa durante la conferencia que pronunció en el hotel Colón bajo el título Colombia, un país de oportunidades, organizado por El Correo de Andalucía bajo el patrocinio de Endesa y Bogaris.
Sardi de Lima acercó la realidad económica de un país que, como ocurre en el conjunto de Latinoamérica está viviendo un momento dulce de crecimiento -para este año está previsto que su economía avance un 4,8%, a sumar el incremento del PIB del 5,9% en 2011-, pero que necesita de la alianza de las empresas europeas y de otros continentes para avanzar en su desarrollo. Y eso que Colombia ya se ha convertido en el tercer país receptor de inversión extranjera directa, solo precedida por Brasil y México.
El embajador, que no escondió el problema de la pobreza y la brecha que existe entre su población, puntualizó también que atractivos al inversor no le faltan. No en vano, el país atesora riquezas naturales como el petróleo, del que produce 950.000 barriles diarios y con la intención de duplicar esa cifra para el horizonte de 2020. Pero además cuenta con importantes recursos mineros, de hierro y carbón, así como de caucho y madera, pues el 56% de su territorio son bosques naturales.
Entrando en materia, el embajador remarcó cuáles son las principales necesidades de su país centradas en varios sectores de actividad, que quieren convertir en las "locomotoras" de su crecimiento. Una de ellas es la construcción de viviendas, ámbito en el que existe un "gran déficit". El plan nacional contempla la promoción de un millón de inmuebles, a razón de 250.000 anuales en un periodo de cuatro años, de las que la mayoría serán sociales, equivalentes a nuestras VPO.
Otro de los pilares fundamentales es el segmento de las infraestructuras. Colombia adolece prácticamente de ellas y requiere para avanzar de carreteras, puentes, túneles... Hasta aquí dos ramas en las que Andalucía y España cuentan con gran experiencia y saber hacer. Pero además de este tipo de transporte, el país requiere de la construcción de un oleoducto que le permita transportar toda su producción de crudo. La actual instalación apenas le deja trasladar la mitad.
Pero hay más. El sector agrícola también está llamado a jugar un papel muy relevante. De hecho, a juicio de Sardi de Lima, será hacia este camino al que España tendrá que reorientarse y que aprovechar su potencial. Dos de sus tres cimientos -reflexionó- como son las infraestructuras y la vivienda ya están colmatadas, mientras que la tercera es el turismo, que registra muy buen estado de salud, pero debería aprovechar "el sector agropecuario, que tiene un mercado de más de 500 millones de personas" y en cuya tecnología España es puntera, apostilló.
De hecho, la innovación, en especial en el ámbito agrario y de biotecnología, es otro de los puntos que el embajador reclamó a los potenciales inversores. "Proponemos una alianza estratégica de transferencia tecnológica porque tenemos la tierra pero no la tecnología" y se refirió, como ejemplo, a los cultivos hidropónicos en Almería. Aquí recordó que su país, con 8.000 hectáreas plantadas, "es el mayor exportador de flores, con el 98% del total de EEUU".
En materia energética, además de la minería, serán bienvenidas las empresas madereras -el 80% de la maquinaria que importa Colombia procede de España-, así como sus recursos hídricos (es el cuarto país con mayores recursos de este tipo) que emplea para generar energía eléctrica y que le permite exportar electricidad a sus vecinos al norte y al sur. Endesa ya está presente en ese país.
A día de hoy, ya son más de 300 las empresas españolas con presencia en este país, cifra que se ha casi triplicado en unos pocos años. Una relación comercial que también se ha dinamizado a la inversa, pues solo en 2011 las exportaciones de Colombia crecieron un 43%. Y la idea, señaló Sardi de Lima, es "triplicar o incluso cuadruplicar la cifra actual".
