Con una mezcla de cautela y ambición, sabedor de que pesa el pasado reciente y hay que llenar de ilusión el futuro, el entrenador del Cajasol, Manel Comas, realizó ayer una comparecencia ante los medios para repasar la pretemporada y esbozar los retos de la campaña que se inicia mañana (19.00 horas) con la visita a Manresa.
El catalán inició su alocución haciendo referencia a la nueva plantilla del club sevillano: "Creo que se ha construido una plantilla con una buena compensación entre gente joven, con un tremendo potencial por delante, y gente que conoce la liga al máximo nivel", señaló antes de felicitarse por que "tenemos dobladas todas las posiciones y virtualmente hasta triplicadas, lo que servirá para que haya mucha más exigencia a la hora de entrenar". Con todo, Comas quiso dejar claro enseguida que sobran las miras elevadas: "No podemos pasar de 0 a 200 de golpe. Es necesaria una progresión hasta que el coche alcanza su velocidad" o, en otras palabras, "no podemos ser los Lakers cuando a mitad de la temporada pasada estábamos con la soga al cuello".
Así las cosas, el objetivo "es ir partido a partido" y "que seamos el equipo que queremos ser, aunque ahora nos falten 20 ó 25 días para que empecemos a serlo". Dicho lo cual, restó trascendencia al pobre bagaje de la pretemporada (dos victorias por cinco derrotas), ya que "en pretemporada no me molestan las derrotas si hay una buena actitud. Los recursos que les doy a los jugadores son cero patatero: dos sistemas y algo de defensa", dijo.
En ese discurso huidizo de concreciones, Manel declaró que "somos ambiciosos" y que la meta es "ganar el máximo número de partidos, competir en cualquier campo y contra cualquier equipo con un porcentaje alto de posibilidades de ganar; eso nos llevará a las clasificaciones que todos queremos", dijo antes de advertir: "Cuando uno se llena la boca de promesas, luego las cosas no funcionan. Sólo prometo trabajo". Y una versión más de esa indefinición de objetivos: "Tenemos que tutear al que venga; tener la confianza de saber que podemos ganar a cualquiera sin hacer nada anormal", resumió. Para ir por esa senda, Comas entiende que necesita el total apoyo de San Pablo, por lo que no dudó en pedirle a la afición que "dé un paso más hacia el forofismo positivo, que se dejen la garganta desde antes de que empiece cada partido".
En cuanto al primer rival, el Manresa, dijo Comas que "ellos saben que tienen que sacar 13 ó 14 victorias en casa a lo largo de la temporada", de modo que pide a sus hombres "un altísimo grado de concentración" y "defender con agresividad y rebotear con autoridad", además de "no cometer errores en los momentos calientes del partido" ya que "si encajamos 67 a 70 puntos lo podemos ganar; si intercambiamos canastas estamos perdidos", señaló.
