Economía

Comemos en París pese a la crisis

¿Crisis? Comer hay que comer, y esto se revela en la feria alimentaria SIAL, que se celebra en París y a la que este año han acudido más empresas andaluzas que nunca. Son 73, de ellas 21 de la provincia de Sevilla. A este escaparate, el más importante del mundo junto con el alemán de Anuga, se trae desde aceite de oliva hasta altramuces.

el 15 sep 2009 / 17:03 h.

Juan Rubio. Enviado especial en París.

¿Crisis? Comer hay que comer, y esto se revela en la feria alimentaria SIAL, que se celebra en París y a la que este año han acudido más empresas andaluzas que nunca. Son 73, de ellas 21 de la provincia de Sevilla. A este escaparate, el más importante del mundo junto con el alemán de Anuga, se trae desde aceite de oliva hasta altramuces.

Dice Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, que la fortaleza del campo de Andalucía es, para la comunidad, un factor "aislante" frente a la actual crisis económica. No le falta razón, a tenor de la presencia de su agroindustria en la feria de la alimentación más importante del mundo, SIAL, que se celebra estos días en París. Podrá haberse cancelado este año en Madrid el SIMO, la muestra internacional de informática, multimedia y telecomunicaciones, pero comer se sigue comiendo, y en aquello de producir para el yantar somos una potencia.

Miguel Ángel Jiménez es director de Comercio Exterior de la asociación empresarial agroalimentaria Lándaluz. "Lejos de reducirse, la presencia de firmas andaluzas ha aumentado en SIAL". No casa, estamos en crisis. "Sí, si se tiene en cuenta que las reservas [de pabellones y expositores] se hicieron antes de que la crisis se desatara, y además aquí hay que estar. Es, junto con la alemana de Anuga, la de mayor trascendencia para las compañías de alimentación y bebidas que quieran exportar". Una y otra se celebran en años alternos.

El domingo se abrió y se cierra el jueves. Hasta la capital francesa han acudido 73 empresas andaluzas, según el cotejo realizado por la Consejería de Agricultura y Pesca. Se distribuyen entre los sectores del gourmet (aceites de oliva y vinos, principalmente), cárnicos, congelados, panificación y pastelería y alimentación general.

Algunas, las menos, van con escaparate propio, la inmensa mayoría bajo los paraguas del departamento que dirige Martín Soler, de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), las Cámaras de Comercio de Andalucía y, por último, el Instituto de Comercio Exterior (ÍCEX). Mejor arroparse, que ir a descubierto, con stand en solitario, resulta caro.

En concreto, de las 73 firmas, a las que hay que sumar un consejo regulador, el vitivinícola del Condado de Huelva, 49 van con las instituciones andaluzas y el resto, con el ÍCEX. La sintonía, al máximo.

Hasta aquí ha venido Soler. Misión, respaldar la participación andaluza en la muestra, que en total cuenta con más de 5.300 expositores donde compañías de alimentación y bebidas de todo el mundo tratan de seducir con lo mejor de sí. Objetivo, comentan en la Consejería, aprovechar la "excelente oportunidad para dimensionar la excelencia y competitividad" de los alimentos andaluces y su sello Calidad Certificada.

De forma paralela a la exhibición, permanece habilitado un espacio específico para la realización de catas de aceites de oliva pertenecientes a las firmas andaluzas participantes en la feria, con la intención de apoyar la introducción de este producto andaluz en el segmento gourmet de la distribución francesa. Es decir, un oro verde no sólo para ensaladas o tostadas, sino para platos más selectos -y caros-.

Hay otra zona destinada a demostraciones culinarias con aceite de oliva, maridado con otros alimentos emblemáticos de Andalucía, y una tercera para la degustación de platos de la cocina tradicional andaluza, que aspira a convertirse en punto de encuentro entre empresas, importadores y otros clientes.

Presencia sevillana . Veintiuna de las firmas andaluzas presentes en SIAL son de Sevilla, que aporta la mayor representación de la comunidad en este escaparate mundial.

Junto a las clásicas que componen la ristre de las compañías más aventureras, como Aceites del Sur-Coosur, Ybarra, Agro Sevilla, Aceitunas Guadalquivir, Jolca, Interoliva y Ángel Camacho -todas ellas vinculadas al olivar, sea de aceite, sea de aceituna de mesa-, otras, más pequeñas, tratan de hacerse un hueco en el complicado mercado exterior.

Son estos últimos los casos de los mantecados de Moreno, los embutidos de Carchelero, las aceitunas de Arasol, las olivas y aceites de Nuestra Señora de las Virtudes, los altramuces de Saladitos, también los aceites de Torres y Ribelles, los jamones de Matadero de la Sierra Morena, los vírgenes extra de Oleoestepa y, por últimos, los productos para picotear (snacks) de Salysol.

Despliegue de comerciales, aquí hay que moverse y atraer. Ojo avizor para quien se acerca, a la caza. Prueba del plato, moja pan en este aceite. Posible cliente, pieza al morral.

  • 1