Tomaban entre 14 y 16 chicles al día, presentaban diarreas frecuentes y pérdidas de peso incomprensibles. Aunque parezca incongruente, todos estos episodios están relacionados. Se ha demostrado en dos pacientes alemanes que acudieron al centro Charité Universitätsmedizin de Berlín. "Consumían grandes cantidades de sorbitol, usado habitualmente como laxante, edulcorante en muchas comidas sin azúcar y medicamentos. De hecho, demostramos que no sólo puede causar diarrea crónica y problemas intestinales, sino también una pérdida de peso del 20%", explican los gastroenterólogos del hospital berlinés en el último número de la revista British Medical Journal.
Así, la mujer y el hombre que acudieron a consulta habían perdido nada menos que 11 y 22 kilos, respectivamente. La chica, de 21 años y 1,56 metros de altura, llegó al hospital con 40 kilos. Llevaba ocho meses sufriendo dolor de vientre y diarreas (entre cuatro y 12 deposiciones acuosas diarias). Se le hicieron cinco pruebas de laboratorio, todas normales. Hasta que descubrieron que masticaba entre 14 y 16 chicles diarios (de 18 a 20 gramos de sorbitol). Por ello, le recomendaron una dieta sin el edulcorante y cuando dejó el hospital defecaba una vez al día. Al año, ganó siete kilos.
De riesgo.
El otro caso es similar. El hombre llegó al hospital con una diarrea y una gran pérdida de peso (medía 1,76 y pesaba 79,9 kilos). Tenía gases, hinchazón y entre siete y diez deposiciones acuosas diarias. Tras una sucesión de hechos semejantes (pruebas sin resultados y análisis de heces), los autores descubrieron que el hombre consumía unos 20 chicles sin azúcar y otros 200 gramos de chucherías al día, lo que sumaba 30 gramos de sorbitol. Seis meses después de una dieta libre de esta sustancia, recuperó cinco kilos.
Según los gastroenterólogos, masticar de cuatro a 16 chicles diarios causa gases, hinchazón y calambres intestinales. Entre 16 y 40, diarrea acuosa y desnutrición.
