Por Javier Compás Este nuevo espacio gastronómico abrió el 30 de octubre, ocupa parte del antiguo bodegón Torre de la Plata, rediseñado por un hermano del actual propietario, arquitecto, nos muestra varios ambientes en tres alturas, una amplia zona de barra con mesas altas, un pequeño reservado arriba y un acogedor comedor en la parte más baja. Amplios arcos enmarcan el bar, aún con detalles por terminar, está previsto un enorme botellero de vinos que cerrará uno de los costados del comedor y otros elementos que irán dando calor a unas paredes un tanto desangeladas aún, todas de un blanco inmaculado que aporta claridad y amplitud.
Nos recibe con su habitual cordialidad Miguel Miranda, profesional de amplísima trayectoria en Sevilla y que nos hace evocar esos negocios de grandes profesionales de sala, cada vez más escasos en nuestra ciudad. Con conocimiento, nos va recomendando cosas de la carta, aquí la cocina está abierta todo el día, o sea, que se puede pedir cualquier tapa o plato de la carta a cualquier hora de apertura del bar, lo que es de agradecer.
La carta de vinos es original, optamos por un conservador Marqués de Villamagna Crianza, un correcto crianza de Rioja de corte clásico, aunque en la carta podemos encontrar propuestas mucho más originales como el granadino Señorío de Nevada o el blanco Calvente, también granadino, además de otras denominaciones.
No se dejen engañar por la presentación de la Ensaladilla de langostinos (2,80/9 euros), tiene un sabor de ensaladilla de toda la vida, rica y fresca. Seguimos en cosas de mar con una muy atractiva friturilla con Lagrimitas de bogavante (4,80/14 euros), con carne de patas de bogavante rebozadas finamente, bien acompañadas de salsa tártara. La cosa va a más con un Tataky de atún rojo (5/17,20 euros) en su punto, jugoso, acompañado por algas que acrecienta la impresión a mar, como nos ocurrió con unos fresquísimos y gordos berberechos, una de las constantes propuestas de productos de mercado que se ofrecen fuera de carta. Muy original de presentación también el Tartar de atún rojo y crema de aguacate (4,75/16,80 euros) en un vasito redondo verde y helado, rematamos la degustación marinera con unos contundentes Langostinos Won-Tom y pesto (3,20/10 euros), con una salsa de chili dulce, un platillo de evocadores sabores orientales y un delicioso toque picante.
Cortado y mezclado sobre la marcha se presenta el Steak Tartar de solomillo asturiano (4,75/15,20 euros), fresco y sabroso. Originalísima la tapa de mollejas y menudo acompañado de crema de garbanzos, las tiras de menudo y las mollejas de ternera se presentan empanados, muy rico, merecería estar en la carta. El magnífico punto final lo pusieron unos Huevos estrellados con jamón, parmesano y trufa (13 euros), gustoso, con un original toque de cebolla que le da matices diferentes.
Los postres también se elaboran en la casa, todo bajo la dirección de Fabián Báez, un jefe de cocina de origen paraguayo, afincado en Sevilla hace siete años y con experiencia en otros locales de la ciudad. Buenas expectativas nos ofrece Santander 15, esperemos su evolución, donde nos gustaría ver algún guiso de cuchara en la carta y, quizás, cierto ajuste de precios, aunque debamos ir asumiendo que la calidad y el buen servicio tienen su coste.
