Actualmente, este riachuelo cruza el subsuelo de algunos barrios de la ciudad hasta desaguar en el río Genil. Sus crecidas en época de lluvia provocan inundaciones de diversa consideración, riesgo que se alejará con la construcción del nuevo cauce del riachuelo. La Consejería de Medio Ambiente pretende que la construcción del nuevo cauce del Argamasilla complete las obras hídricas para conseguir que la localidad quede a salvo de las riadas por las avenidas del río o el desborde del arroyo, una vez que el proyecto de los muros de contención en la ribera del río Genil está ya prácticamente terminado.
Además del impacto positivo para la ciudad, la importancia de las obras queda gráficamente plasmada en su elevado coste, prácticamente el presupuesto anual del Ayuntamiento de Écija , y que costea en su integridad la Junta de Andalucía.
La captación de las aguas del Argamasilla se inicia a unos 100 metros aguas arriba de su cruce con la carretera SE-9008, la que lleva a la pedanía ecijana de Villanueva del Rey y bajo la que pasa el riachuelo. El nuevo cauce tendrá una longitud total de 3.250 metros, de los que 1.302 discurrirán por un túnel, y rodeará el casco urbano hasta conectar con la obra de defensa del Genil.
El nuevo trazado tendrá capacidad para asumir la máxima avenida de agua en un periodo de 500 años. Además, el cauce recogerá las aguas de los arroyos del Físico, Cabrera, Barrero, San Cristóbal y Cementerio.
El regidor ecijano subraya ese dato, matizando que "si bien tenemos muy controlado con las estaciones de bombeo el vertido que hace el arroyo Argamasilla hay que tener en cuenta que la obra también coge otros arroyos que ahora mismo siguen vertiendo agua por la zona de calle Nueva, la Doma y El Valle", sobre los que Wic reconoce que se tiene "menos control", pero profetiza que "cuando se culminen las obras del Argamasilla dejarán de ser un problema".
El inicio del encauzamiento del arroyo fue anunciado por la Junta para antes de 2010, pero se ha retrasado por la necesidad de expropiar una finca de las 31 que empezaron a embargarse en junio de 2009, un proceso que ha afectado a unos 40 propietarios, y por la construcción de la depuradora de aguas residuales, otro elemento relacionado con las obras de defensa contra las avenidas del Genil.
La última vez que los ecijanos sufrieron por el desbordamiento del riachuelo fue en noviembre de 2007. El arreglo de los daños causados por esa riada costó alrededor de 8 millones de euros.
