Dejen las mochilas o carpetas en el suelo apoyadas en una pared y los móviles apagados; solo quiero ver bolígrafos en las mesas. Con más o menos horas de sueño y con muchos nervios, 9.700 jóvenes se enfrentaron a los primeros exámenes de Selectividad en Sevilla. Unos nervios que se iban apaciguando poco a poco cuando comprobaban que las pruebas no eran más complicadas a las que se habían encontrado durante todo el año en sus centros educativos.
Esperaba los exámenes más difíciles, y hasta ahora me han salido muy bien. Fernando, que quiere hacer Ingeniería en una universidad pública, aún no sé cuál, ha estudiado en Tabladilla, al igual que su compañero Álvaro, aunque el futuro de este estará en Loyola. Haré derecho o Derecho más LADE allí, afirmó rotundo tras salir de la segunda prueba ayer, en la Universidad de Derecho.
Durante la primera jornada, los estudiantes tuvieron que enfrentarse a los exámenes de las materias comunes: Comentario de texto de Lengua Castellana y Literatura; Historia de España o Historia de la Filosofía; y Lengua Extranjera. Dos textos literarios (un fragmento de Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán, y otro de Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, los filosóficos El crepúsculo de los ídolos, de Nietzsche, y Manuscritos de Economía y Filosofía, de Karl Marx, la Guerra de la Independencia, Napoleón Bonaparte, la Constitución de 1812 o la Guerra Civil, fueron alguno de los temas que salieron ayer en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
Lengua me ha salido bien, pero Nietszche no. Me esperaba a Platón o Descartes, se lamentaba Ana, estudiante del Isbylia y que estas dos últimas semanas ha acudido a una academia de refuerzo para prepararse los exámenes a conciencia. Todavía no tengo mucha idea de lo que voy a estudiar, pero sí sé que será algo de Ciencias, como Enfermería, Farmacia o Química, que no necesitan de mucha nota, reflexionó.
Hay algunos a los que sí les importa la nota porque tienen claro su futuro profesional, aunque algunos ya saben que no podrán llegar a los cortes solicitados y se lo toman con resignación. Me lo sabía y he hecho bien el examen, aunque tengo que sacar un 10 si quiero hacer Medicina y eso es imposible. Tiraré por Odontología, explica Tomás, que estudia en la Academia Preuniversitaria.
Lo que es cierto es que, bien por los nervios de última hora, bien por la carrera de fondo que supone cursar el bachillerato, prácticamente ninguno se plantea si tendrá o no problemas a la hora de financiar sus estudios universitarios tras las últimas medidas adoptadas por el Gobierno que supone un recorte de becas considerables. Ellos no se plantean esas cosas, son felices y lo único que les preocupa es aprobar la Selectividad. Cierto es que los alumnos de centros privados suelen tener menos problemas económicos, reconocía Pablo, profesor de la Academia Preuniversitaria.
El coordinador de la PAU en la Hispalense, Ignacio Ugalde, dijo en este sentido que hay una preocupación general por la caída en el número de solicitudes de becas aprobadas y defendió la posibilidad del fraccionamiento de pago para flexibilizar y poder rehabilitar las mismas, aunque eso es competencia de la Consejería y será ella la que decida, concluyó.
Este año la Universidad de Sevilla ha sido la encargada de preparar el examen para todas las universidades de toda Andalucía. Hemos tenido que hacer 1.200.000 copias de exámenes que se han repartido en 18.000 sobres y ello requiere mucha logística, señaló.
