Mi mente está en un estado de confusión futbolística. Por mucho que lo intento no logro encadenar las situaciones, muy extrañas para mí, en las que estoy sumergido en este inicio de Liga. Me explicaré mejor y espero que algún lector se encuentre en una situación similar. Dos millones de euros sirven para el despropósito de llevar a nuestra selección al bolo de Puerto Rico. Los clubes callan y no se levantan al grito de "basta ya de ridículos".
La mayoría de equipos de Primera piden una reunión para legítimamente hablar de sus problemas y Astiazarán y Tebas se la chafan porque la LFP parece que la dirigen los enemigos de los clubes. Y para colmo, esos descabellados horarios para que un operador que dispone de un solo canal pueda ofrecer los partidos. Les confieso que en el Mallorca-Espanyol me quedé dormido al final y no supe del gol de Hazard que dio la victoria a los de Caparrós. Era la una de la mañana del domingo en un partido que empezó a las 11 del sábado. Increíble.
El Sevilla ganó al Getafe. Sigo algo confuso con las poliédricas imágenes del equipo. Distinto en muchos conceptos al que encandiló ante el Deportivo en el Trofeo Antonio Puerta. La banda derecha (Cicinho-Navas) sigue siendo lo mejor, así como las apariciones de Rakitic, fundamental en el pase de los dos goles. Manifiestamente mejorable Reyes y Trochowski, cuyas apariciones son muy fugaces para quienes están obligados a dar muchísimo más. Los errores defensivos, en especial de Fazio, los suplió con su primer gol. Vaya lo uno por lo otro. Al final lo mejor es que los tres puntos se quedan en casa.
Hay momentos en la vida que se presentan las ocasiones y no pueden desaprovecharse. El Betis la tuvo en Bilbao. Desde que se puso el balón en juego buscó el ataque y un gol que llevase los nervios a la grada y a los jugadores rojiblancos, que presos de ansiedad y desconcierto quedaron atrapados en el fútbol ofensivo bético. Para más inri, en La Catedral apareció Beñat en un partido que le pone aún más en el escaparate y que para desasosiego de los aficionados béticos no sería nada extraño que terminara, previo pago y bien de su importe, en el equipo en el que dio sus primeros pasos como futbolista. El Betis se complicó el partido por sus errores defensivos, portero incluido, hasta el punto que del 0-3 pasó al empate. Menos mal que al final los goles de Pozuelo y Jorge Molina dejaron un 3-5 espectacular en un partido que demostró que el equipo de Mel sabe atacar pero no defender.
