Casa López viene dando de comer bien a todo el barrio de Los Remedios y a todo el que se quiera acercar por allí, desde hace varias décadas en la esquina de Virgen de la Victoria (antes Turia) con Montecarmelo, precisamente del hotel cercano llega alguna vez un guiri despistado que, por suerte para él, puede descubrir las excelencias de unas lentejas o de un arroz con perdiz.Casa López tiene un aire entre aquellas antiguas casas de comidas y un coqueto bistró a la francesa.
Llama la atención la limpieza absoluta que luce siempre este local, con ciertos detalles que dan un plus de calidad al ambiente, sus cortinas, sus cuadros, la cuidada disposición de enseres y vinos en los muebles de madera y, a través de la ventana pasa platos que comunica barra y cocina, se adivina que la misma limpieza y organización que reinan en el salón, imperan entre los fogones.
Una pequeña barra en la entrada, donde se dan cita cada mediodía parroquianos de toda la vida, nos permite degustar los platos que elabora Pepe, en formato tapa, entre las que, por cierto, me comenta Mamen, la propietaria, que están triunfando últimamente las manitas de cerdo y el rabo de toro. Especialidad también de la casa es la perdiz estofada y en arroz caldoso.
La cocina tiene dos premisas fundamentales que le han hecho ser acreedores de la fidelidad de su público, una elaboración clásica, honesta, aquí no encontrarán juegos de artificio en los platos, pero sí una gran materia prima, verdadera cocina de mercado, en este caso, en cuanto al pescado y la carne se refiere, del de Castilleja de la Cuesta, pequeño, pero con dos o tres puestos que merecen subir la cuesta del caracol de rodillas en peregrinación gastronómica hasta ellos.
En el salón, cuando no es atendido por la propia dueña, es su hijo Álvaro el que se encarga de prestar un servicio rápido y muy educado, donde se saben los gustos de muchos de los que allí llegan, clientes de toda la vida.Los postres son otro punto a favor de la casa, Mamen Morales los elabora personalmente, con productos naturales elabora tartas caseras de variados tipos, de hecho, Mamen se ha lanzado a comercializar sus tartas que puede adquirir quien quiera disfrutarlas en su casa.
La bodega es justa y de marcas reconocidas. Hay un rioja de la casa, bueno si se quiere gastar poco, otras opciones son: en blancos Mioro del Condado de Huelva, en tintos, apuestas seguras para una clientela clásica, Beronia, Yllera, Protos, Cune, Viña Herminia, de casi todas las marcas se puede optar por el formato de media botella. En la barra, junto a las reseñadas tapas, cerveza y vinos generosos para acompañar unas suculentas aceitunas aliñadas o una fresca ensaladilla.
