-Su nuevo libro, La decepción, es la crónica de una legislatura dura. ¿Quién no le ha decepcionado durante estos cuatro años?
-Los que se han ido. Yo tenía muchas esperanzas puestas en Imaz, en los moderados del PP y en muchas figuras del PSOE. A Imaz lo echaron, a los Piqué también, a Bono, de alguna manera? Aquí a quien levanta la cabeza le sacuden para que no destaque. Es un país de envidias y en política, además, de supervivencia. En el caso de Gallardón, por ejemplo, le sacuden para que no píe.
-¿La ausencia de Gallardón va a restar al PP más votos de los que va a sumar la presencia de Pizarro?
-El efecto, según me dicen los que estaban haciendo encuestas en ese momento, ha sido muy negativo. Es el efecto, primero, de la pelea interna de un partido. A nadie se le ocurre abrir una pelea un mes y medio antes de las elecciones. Esto demuestra que están dispuestos a perder en las urnas. A la gente le gustan los librepensadores dentro de los partidos. Tenemos el ejemplo de Sarkozy en Francia, pero aquí lo que triunfa es la ortodoxia y el radicalismo.
-Dice en su libro que el PP ha hecho la oposición del no a todo. ¿A quién perjudica esto?
-Al PP. Una oposición más constructiva, menos ligada a los sectores más intransigentes de la Iglesia, a los sectores más duros de la AVT, hubiera dado al PP una imagen de mayor independencia y moderación. Muchas veces la oposición se ha centrado en palabras como paz. ¿Cómo se puede hacer oposición con palabras como ésta? Es una palabra santa.
-Usted dijo que la historia juzgaría a Aznar. ¿Cuándo va a ser eso? ¿Qué tiene que pasar para que la historia juzgue a Aznar?
-Tiempo. Es lo que ocurrió con Franco, por ejemplo. La historia es lo que queda después de las prisas, después del periodismo. Aznar ha tenido claroscuros serios, lo que pasa es que al final predominaron los oscuros.
-Zapatero empezó la legislatura con un "no os fallaré". ¿A quién ha fallado?
-A mí.
-Si Rajoy fuera presidente, ¿sería mejor que Zapatero?
-Mi opinión personal, sólo basada en intuiciones, es que Rajoy nos hubiera dado menos sobresaltos, pero que hubiese carecido del valor necesario para agarrar algunos toros por los cuernos. Estoy hablando de la negociación con ETA o del Estatut.
(Lea la entrevista completa en la versión en papel de El Correo de Andalucía).
