José María Aznar no pudo más que sentirse querido en su visita a la capital hispalense. Rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, su llegada a la casa de los empresarios andaluces era propia de una estrella de cine. Más aún lo pareció cuando acabó la conferencia sobre economía y dos jóvenes sevillanas se acercaron enfervorecidas para hacerse una foto con el ex presidente. Imagen que tomó, precisamente, el anfitrión, Santiago Herrero.
Cerrada fue la ovación con la que concluyó su listado de recetas contra la crisis. Un aplauso largo y sonoro puso fin a las palabras del ex presidente, que agradeció antes de comenzar su discurso la asistencia de los que acudieron a la clausura de las jornadas Respuestas ante la crisis celebrada en la sede de los patronos. "Su presencia tiene más mérito que la mía, teniendo en cuenta la buena mañana que hace en Sevilla", bromeó.
Eso sí, acto seguido dejó claro que su alocución iba a estar cargada de la contundencia con la que suele intervenir. "Voy a hacer consideraciones de la economía global y española y voy a ser fiel a mí mismo, así que espero que se entienda bien a la primera". Y el aviso para navegantes se entendió a la primera. Críticas al comportamiento de los gobiernos y sus intervenciones, pero eso sí, desde el optimismo de que todo se solucionará.
A pesar del distanciamiento de Aznar con la dirección actual del PP, no faltaron Javier Arenas, Antonio Sanz o Juan Ignacio Zoido, entre otros, y hubo una fuerte presencia de la cúpula empresarial andaluza. En este entorno, consiguió un silencio inexpugnable que sólo se rompió al final, cuando afirmó "que juntos podemos hacer que España reemprenda el camino del éxito". Y, después de eso, flashes, abrazos y elogios por doquier. Lo dicho, como una estrella de cine.
