Se han hecho notar. Desde el sábado las calles de Alcalá de Guadaíra han vibrado con el paso de las más de 500 motos que han asistido a la concentración organizada por el motoclub La Banda del Moco. No todo ha sido correr: los bares han hecho su agosto.
Suben los decibelios y el olor a gasolina impregna el aire. Más de 500 moteros pasan saludando a los ciudadanos con sus ensordecedores acelerones. Se trata del encuentro que cada año organiza el club La Banda del Moco en Alcalá de Guadaíra.
La ciudad se ha convertido durante todo el fin de semana en el centro de atención y punto de encuentro de cientos de moteros. Según los organizadores del evento, alrededor de unos dos mil aficionados han acudido este año al encuentro, que ha rebasado todas las expectativas.
Llegaron desde toda la provincia de Sevilla, aunque muy especialmente desde pueblos de los alrededores, aunque los hubo que llegaron de Málaga como Alberto Díaz, que "por nada del mundo" ha querido perderse esta cita, a la que ya asistió el pasado año.
Para ayer se había programado una ruta barítima, una salida por los bares de la población con regreso al recinto ferial, donde se ofreció un almuerzo, en el que participaron más de dos mil personas. Florindo García es el presidente de La Banda del Moco y se siente "muy contento" con los resultados del encuentro, para el que habían preparado 20 barriles de cerveza y 50 kilos de gambas. Florindo es un defensor del uso del casco: "Nos preocupa, sobre todo, que los jóvenes rebasen la velocidad y que no lleven casco".
Por eso, en este encuentro han querido "ser un ejemplo", para todos los aficionados que acudieron al recinto de San Juan. Por la tarde, la fiesta continuó con premios al motero más sexy o al más mayor.
