Deportes

Comodísimo entre los suyos

El Sevilla ha ganado sus dos encuentros en casa -ante el Málaga y el Valencia- y ha logrado valiosos empates de cara al goal-average en los estadios del Villarreal y el Atlético de Madrid. 

el 02 oct 2011 / 20:34 h.

Fernando Navarro escapa de Reyes con Medel por los suelos.

Los caprichos del calendario determinaron que en apenas siete jornadas -seis efectivas si tenemos en cuenta el aplazamiento de la jornada inaugural por la huelga-, el Sevilla se viera las caras con los cuatro rivales con los que, a priori, se jugará el pan y la sal para entrar en la próxima edición de la Liga de Campeones.

El balance en esta serie de duelos entre iguales ha sido positivo para un equipo que ha ganado sus dos encuentros en casa -ante el Málaga y el Valencia- y ha logrado valiosos empates de cara al goal-average en los estadios del Villarreal y el Atlético de Madrid. En total, ocho puntos de doce posibles e invicto. Miel sobre hojuelas. Así, hasta que en la segunda jornada de la segunda vuelta los de Nervión se presenten en La Rosaleda del emergente y poderoso Málaga, el Sevilla se encuentra con un camino despejado de competidores directos, a los que ahora les toca verses las caras entre ellos. Hasta el momento, sólo ches y colchoneros se han enfrentado entre ellos.

La proyección de puntos del equipo de Marcelino es inmejorable, aferrado a una media inglesa que es sinónimo de éxito. Pero lo mejor es que, después de muchos meses sin lograrlo, el Sevilla por fin está dando la imagen de ser un equipo serio y sobrio, al que es difícil golear, como demuestra el hecho de que lleve cuatro encuentros seguidos sin encajar un tanto, algo que casi se había dejado de soñar entre la hinchada blanquirroja.

El empate sin goles del Calderón es la confirmación de que algo ha cambiado en una línea que está siendo liderada de manera casi impoluta por Spahic, al que sólo se le pueden achacar contadas imprecisiones que afortunadamente nunca han sido relevantes. Además, la retaguardia juega con la seguridad de que detrás hay un porterazo incuestionable que responde al nombre de Javi Varas.

El duelo en la ribera del Manzanares tenía un especial morbo en los banquillos. Salir airoso del enfrentamiento con Gregorio Manzano no era fundamental para el futuro de Marcelino, pero sí que le ayuda para respirar un aire más limpio ahora que no hay Liga durante dos semanas. Desde el inicio, el asturiano basó su proyecto en una solidez defensiva que, poco a poco, está logrando. Pretender convertir un coladero en una defensa modélica de un día para otro es un imposible, pero con esfuerzo y tesón se está consiguiendo que la retaguardia sea la línea más fiable. Ver para creer.

  • 1