Compañeros de viaje

Coria del Río y Espartinas impulsan el uso del coche compartido como medida para solventar la deficiente conexión de ambos municipios con la capital hispalense

el 22 mar 2014 / 23:30 h.

retorno Que compartir el coche supone un ahorro considerable de gasolina o gasoil no es nada nuevo. Pero hacerlo con el fin de solucionar los problemas de conexión de los municipios de la provincia con el núcleo de la provincia, sí lo es. Con este objetivo, los ayuntamientos de Espartinas y Coria del Río han puesto en marcha dos mecanismos para que sus vecinos compartan coche para ir a trabajar o a estudiar, sin necesidad de tener que desplazarse con sus vehículos a otras localidades cercanas para coger el metro que les lleve hasta Sevilla. María del Mar Moreno es una de las usuarias de este servicio. Esta vecina de Espartinas empezó a compartir coche hace cinco meses, cuando el Consistorio puso en marcha la campaña. «Espartinas está encerrada», asegura. Un sistema de autobuses «pésimo» y la carencia de un recorrido de Metro obligaron a María del Mar a buscar una alternativa del transporte. Puesto que el Ayuntamiento de la localidad es el encargado de poner en contacto a los usuarios, esta vecina facilitó la ruta y el horario de salida y llegada a su destino para que le buscaran compañeros. A los pocos días de facilitar sus datos, esta espartinera ya tenía acompañante. A día de hoy, María del Mar viaja todos los días acompañada de tres personas más. Pero solucionar las conexión con la capital no ha sido el único beneficio. Desde que comparte coche solo gasta 100 euros al mes de gasolina, «mientras que antes ascendía a 300». El servicio le ha funcionado tan bien que su hija Lydia también se apuntó a las rutas que facilita el Ayuntamiento. «Antes tenía la necesidad de comprarme un coche para ir a la universidad», explica. Además, perdía mucho tiempo: los días que tenía opción a coger el coche –porque su madre no lo utilizaba– Lydia dejaba el vehículo en la estación del metro más cercana para traslardarse en transporte público. Ahora, el hecho de que solo tengan que coger el coche una vez por semana –los compañeros de viaje se van turnando la tarea de conducir– permite que Lydia tenga conexión directa con su universidad y no tenga que invertir dinero en un coche nuevo. La campaña que surgió al detectar que muchos vecinos circulaban con un solo tripulante, según la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Espartinas, Aurora Baena, acaba con «el círculo vicioso que generaba un mal servicio de transporte público que apenas tenía usuarios». Además la campaña ha permitido que los vecinos «se relacionen más entre sí», comenta Baena. Este servicio cuenta con cinco trayectos que conectan Espartinas con Sevilla, Camas, Sanlúcar la Mayor, el Hospital San Juan de Dios y la Universidad Pablo de Olavide. Coria del Río también ha querido poner freno a la contaminación y dar una alternativa al transporte. Por ello, el Ayuntamiento inició una campaña de difusión del servicio que prestaba la empresa Amovens. Según el delegado municipal de Juventud y Medio Ambiente de Coria del Río, Hipólito Lobato, la localidad tiene «unas carencias importantes a nivel de transporte pese a que está a menos de 20 kilómetros de la capital». Según Lobato, una de las ventajas de la plataforma es que personaliza el servicio. De hecho, «muchos de los usuarios lo utilizan para ir a la universidad». Tan solo en las primeras semanas la campaña consiguió medio centenar de usuarios. Gonzalo Parra es uno de los vecinos de Coria que optaron por probarlo para ir a la facultad. Antes de usar este servicio Parra tenía que coger un autobús que le dejaba en el Palacio de San Telmo, desde donde tenía que ir andando o con otros dos autobuses hasta su destino: Bueno Monreal. Además de compartir gastos de gasolina, Parra y sus  compañeros de viaje también son conscientes de que el coche se desgasta. «Si vemos que necesita un cambio de aceite o los neumáticos están desgastados, también ayudamos a mantener el coche», asegura.

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