D.S/R.V./C.R.
Aunque la Policía daba ayer por cerrado el capítulo de las detenciones en cuanto a la autoría del crimen, todavía deja abierta la puerta a más imputaciones por encubrir el crimen y las diligencias de investigación que aporten nuevas pruebas sobre la implicación de los detenidos.
De hecho, los investigadores del caso están a la espera de que les lleguen los resultados de varios análisis practicados a tres mantas que han localizado los dispositivos de búsqueda en el río Guadalquivir. El objetivo es comprobar si alguna de ellas fue la manta en la que los detenidos envolvieron a Marta y que ataron con cintas de embalar, comprobando si la fibra de algunas de ellas se corresponden con las que se han localizado en el asiento trasero del vehículo en el que fue transportado el cuerpo. La Policía cree que la cinta se soltó, al no estar bien sujeta, cuando el cuerpo cayó al río y que la manta se desprendió.
Sin embargo, los resultados de estas pruebas tardarán en llegar aún, ya que los restos localizados en el turismo, un Volkswagen Polo blanco, se han tenido que enviar a los laboratorios de la Policía en Madrid, junto con la silla de ruedas, que en un principio se dijo que pudo ser utilizada para trasladar al cuerpo. De momento, la Policía asegura que no ha encontrado restos de sangre, pese a lo cual se ha enviado al laboratorio central, ya que en Sevilla no cuentan con los medios suficientes para poder analizarla.
Los investigadores creen que los resultados de la manta serán negativos, ya que los detenidos declararon que envolvieron a Marta en una de color oscuro, y una de las encontradas es naranja. Además, creen que podría tratarse de mantas que provienen de cualquiera de los asentamientos localizados a lo largo de la ribera del río. No obstante, la Policía cuenta con los restos de sangre de Marta localizados tanto en la chaqueta de Miguel como en la silla y la mesa del ordenador, y cuyo ADN coincide con el localizado en el cepillo de dientes de la joven sevillana.
Éstas fueron las primeras pruebas que la Policía recabó contra Miguel durante un registro realizado el 30 de enero. A ellas se suman los restos de pelos y piel de los cuatro implicados localizados en la casa y que, junto a los resultados de los rastros del coche, están todavía por llegar.
