-Han retirado la norma que aprobaron en septiembre y que permitía al estudiante acabar su examen aunque lo sorprendieran copiando porque asegura que se malinterpretó ¿por qué no se explicó en lugar de retirarla?
En el enunciado ya hay un error. No había ninguna norma que permitiera continuar un examen cuando se copia, la norma no habla para nada de alumnos que copian. La norma habla de incidencias, de dos tipos: en las que el estudiante es directamente expulsado y en las que podría continuar el examen. Pero incidencias pueden ser muchas cuestiones: un alumno se pone malo, se va la luz... es responsabilidad del profesor decidir qué se debe hacer. Pero si me rehace la pregunta, la hemos retirado porque en el Consejo de Gobierno hemos creído que el mensaje que hay que mandar al conjunto de la comunidad universitaria y a la sociedad tenía que ser absolutamente inequívoco: no queremos que quepa la más mínima duda de que en la universidad no está tolerado copiar. Si cabe alguna interpretación, por alambicada que sea, donde esa interpretación cupiera, es que no hemos redactado bien. En la letra y el espíritu de la norma está el reproche a las conductas fraudulentas en general, el respeto al profesor, etc.
-¿Qué pretendía defender el artículo retirado?
La norma tiene muchos aspectos, es una norma de evaluación y calificaciones que recoge la adaptación al Espacio Europeo, quiza la más importante es la evaluación continua. Ya no estamos hablando de que tenga que haber un examen y punto. Eso se recoge por primera vez en una normativa en la que un artículo concreto trata de decir qué hacer en caso de problemas en un examen, pero hay que leerla en conjunto, y en conjunto dice que el califica es el profesor, que el que tiene la autoridad es el profesor, y es quien decide qué hacer en caso de incidencias, en la calificación, el examen y en cualquier actividad académica
- ¿Se buscaba reforzar la autonomía del profesor?
Se pretende describir qué hacer en caso de incidencia en un examen con dos principios: el profesor tiene la autoridad y el estudiante tiene que tener garantías ante posibles equivocaciones o abusos del profesor, y está recogido en toda la normativa, no sólo en este artículo.
-La Junta de Andalucía ha sido contundente en sus críticas, ¿Es que no conocía la norma? ¿Le ha sorprendido esta virulencia?
Yo he tenido conversaciones con las autoridades educativas de la Junta y han sido muy comprensivos con las explicaciones que les he dado. Naturalmente, [su reacción] depende de la pregunta que se le haga al presidente de la Junta, si se le pregunta qué le parece que se tenga derecho a copiar yo diría lo mismo, coincido con su criterio. El presidente Griñán ha afirmado que hay que reconocer el mérito y el esfuerzo y comparto plenamente ese criterio, y que le parece una barbaridad copiar, y a mí también. No me sorprende que ante la pregunta de qué les parece que se deje copiar digan que les parece mal.
- ¿Pero la conocían?
No sé si la conocen o no, intuyo que el detalle de todas las normas de todas las universidades en todos su articulado no lo conocen, pero estoy seguro de que confían en la autonomía universitaria porque así lo han reafirmado, y cuando he tenido oportunidad de explicarles el alcance de la normativa lo han entendido perfectamente.
- ¿Cree que esta polémica dañará la imagen de la universidad?
Yo estoy convencido de que la imagen de la Universidad de Sevilla es suficientemente sólida y el quehacer diario de sus profesores y estudiantes está por encima de una polémica de una semana que además desde mi punto de vista tiene mucho de superficial. La mayoría de los 60.000 estudiantes de la Universidad de Sevilla que estos días están preparando sus exámenes y estudiando no le habían dado crédito. Nuestras salas de estudio, nuestras bibliotecas, durante esta semana, que es una semana de exámenes, estaban llenas de estudiantes que preparaban los exámenes, no de estudiantes que preparaban chuletas. Es una polémica que no ha calado en el ánimo de la comunidad universitaria.
-¿Se arrepiente de haber incluido ese artículo en la normativa?
Evidentemente no ha sido una cuestión que nos haya gustado y si la redacción ha dado alguna posibilidad de malinterpretación, evidentemente hubiera sido mejor una redacción alternativa. ¿Arrepentimiento? De alguna manera sí, lo hemos retirado y yo he pedido disculpas por el daño que hayamos podido causar.
