Los proyectos de movilidad, que PSOE e IU han querido convertir en sus símbolos durante estos años, son ahora algunos de los hitos de la transición política que arrancó el pasado 22-M en Sevilla . El primer Pleno del alcalde electo, Juan Ignacio Zoido, tendrá entre sus iniciativas la supresión del plan de tráfico en el Centro ; el primero de muchos pulsos que tendrá el PP de Sevilla con la Junta de Andalucía tiene el foco puesto en la las nuevas líneas del Metro ; y el primer símbolo del gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín que quedará apartado es el Metrocentro.
El futuro portavoz de la oposición, Juan Espadas, retaba la pasada semana al regidor a que aclarara sus propuestas de movilidad. La misma petición que le realizó durante la campaña electoral en repetidas ocasiones. Zoido siempre respondió aludiendo a su modelo incluido en su programa electoral. ¿Y en qué consiste ese programa?
Como subrayó esta semana, el PP no hace alusión alguna al tranvía en su programa. De hecho, públicamente Zoido ha llegado a anunciar que lo quitará cuando las nuevas líneas de Metro lleguen al Centro. No antes. Aunque ya en 2007, la noche electoral, se escuchara aquella petición de dirigentes del PP de que se eliminara el Metrocentro de la calle San Fernando. Sí hay sin embargo alusiones directas, unas menos concretas que otras, a otros proyectos de movilidad. Como el bus fluvial.
Pese a figurar en el Plan General de Ordenación Urbanística y en el programa electoral de los dos socios de gobierno, el Ayuntamiento lo abandonó por su elevado coste en 2008. Era inviable ponerlo en marcha. El propio Puerto de Sevilla , hace poco más de un año, mostraba su rechazo contundente al proyecto: "No creo que la situación financiera de Tussam pueda permitir asumir un servicio que no tendría rentabilidad", declaró en marzo de 2010 el presidente del Puerto, Manuel Fernández. El programa de Zoido, sin embargo, es claro: la renuncia al bus fluvial se considera uno de los grandes problemas de movilidad y su inclusión una de las medidas que se abordarán en este mandato.
Pero ante de resolver la movilidad por el río, Zoido tiene señalado el plan de tráfico del Centro. Así lo promete en su programa: "La primera medida será derogar aquellos artículos de la ordenanza que prohíben el acceso al Centro a los ciudadanos hasta que no se den las condiciones adecuadas y las alternativas". ¿Y cuáles son estas alternativas? El programa no concreta demasiado, aunque el alcalde electo lo ha hecho a lo largo de los últimos años. Por un lado, la construcción de una red de aparcamientos rotatorios en zonas como la Puerta Carmona, Torneo o el entorno de Reyes Católicos. Por otro, la línea del Metro que el PP quiere incrementar hasta en dos paradas no previstas en Plaza Nueva y en la Alameda.
El transporte público lo debe complementar Tussam , empresa que Zoido ha prometido mantener como pública, sin privatizaciones de líneas y reforzando sus servicios. "Se ampliará la actual red, se mejorará la regularidad y frecuencia de todas las líneas y se mejorará la accesibilidad y la información al viajero". Además, se debe ampliar la flota de buses no contaminantes, la red de carriles bus -en una cifra indefinida- y los servicios de información, así como crear "lanzaderas o servicios exprés" en determinados puntos de la ciudad como las universidades los polígonos industriales o los hospitales. Todo, eso sí, después de la auditoría que se ha anunciado como primera medida a tomar.
Zoido también promete la implantación de sentidos únicos en las grandes vías -como las criticadas actuaciones de Luis Montoto o la Ronda histórica-, pero "dentro de un plan general de tráfico para la ciudad y uno para los distritos consensuado con vecinos y comerciantes" o las actuaciones de peatonalizaciones pero, de nuevo, "con consenso" de todos los sectores, "especialmente de vecinos y comerciantes".
sEl otro gran símbolo de los últimos dos mandatos también debe continuar: Zoido promete mantener los carriles bici. Aunque con dos matices, que quedan en el aire en su programa. "Se rectificarán los trazados en los puntos conflictivos y se establecerá una nueva regulación de la bicicleta dentro de la ciudad". Queda por ver ahora si supondrá establecer un nuevo marco de convivencia entre bicis y peatones.
Pero por encima de todas estas medidas, el PP ha prometido parkings: en los barrios donde fracasó el plan municipal, en Santa Justa y, sobre todo, en el casco histórico.
