-La semana que viene Santiago Herrero expira su segundo mandato en la CEA y aspira al tercero. ¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de estos cuatro años?
-Lo peor, la crisis económica. Uno se desespera al ver la situación de las pymes y los autónomos, puesto que desaparecen y quedan sin protección, y esto es mucho peor que otras situaciones que merecen subsidios y amparo social. En estos años hemos hecho un esfuerzo para que en Andalucía creciera el tejido productivo, ya que entendíamos que ahí estaba la solución a los déficit económicos de nuestra comunidad. Se ha avanzado en ese crecimiento de la iniciativa privada y en su mejor consideración social, pero con la crisis a veces se derrumba todo. Ese tejido productivo de pymes y autónomos se pierde para siempre. Eso es lo peor, pero también la desesperación de ver cómo medidas lógicas encuentran dificultades para ponerse en marcha y no tanto por la voluntad política, pues a veces la encuentro, sino por la maquinaria burocrática. Me siento bien atendido, encuentro eco entre gobernantes y políticos, aunque mal respondido.
-¿Lo mejor?
-La época en la que, pese a las dificultades políticas y administrativas, hacíamos precisamente todo lo contrario, crear empresas. Se podrá decir ahora que se hizo sobre una estructura sectorial inadecuada. La economía era como era en su momento y de ella conseguimos sacar empresas y empleos y si se ha destruido con mayor rapidez que en otras regiones, probablemente ha sido porque no hicimos los deberes de la reforma laboral.
-¿Qué le va a proponer a los miembros de la asamblea general para que, de nuevo, le otorguen su confianza?
-Primero, el trabajo realizado hasta ahora, y después, una serie de compromisos personales vinculados a mi elección, y que se los trasladaré haya o no una sola candidatura.
-¿Podría adelantarlos?
-Por respeto a los miembros de la asamblea y a su voto, no. Lo que sí le puedo decir es que, tras ocho años como presidente y también de muchos en la vida de esta organización, ese tercer mandato lo afronto con más ilusión si cabe que nunca porque peores son las circunstancias actuales y muchas más las necesidades, tanto organizativas como estructurales, que hay en la economía andaluza y en la economía empresarial. Todavía creo que puedo contribuir a la defensa de los intereses de los empresarios y al papel institucional que a la CEA le corresponde ante la sociedad y ante las administraciones públicas.
-¿Y qué pasa con Asaja de Andalucía? ¿Por qué esa falta de entendimiento?
-En esta casa siempre hay una armonización de los intereses de todos sus miembros [sectores, territorios y empresas]. Y puede que Asaja considere que no está bien representada y atendida o su concepto de la representación sea distinto. Cuando lo planteó, me ofrecí al diálogo, hemos estado en ese diálogo y lo seguiremos estando. Tengo una gran sensibilidad con respecto al sector agrario, básico para la economía andaluza, y más con el agroalimentario, que es importantísimo para la riqueza y la actividad económica de Andalucía. Puede que alguna vez esa sensibilidad no haya sido entendida o que no le haya llegado [a Asaja] lo suficientemente. En todo caso, creo que debería ser un debate interno y no mediático, aunque allá cada uno con el sistema que emplea. Yo siempre estoy dispuesto a negociar.
-Desde otoño pasado, Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, ha recibido reproches por la gestión de sus empresas e incluso se ha llegado a sugerir que esta mala imagen como empresario podría afectar a la propia imagen de la CEOE. ¿Su respaldo a Díaz Ferrán ha sido pleno en este tiempo?
-Yo, como es público, tuve diferencias con él. Entiendo ahora que de la capacidad empresarial forma parte también la solución de los problemas empresariales, por tanto habrá que esperar al resultado, porque quien es capaz de resolverlos es buen gestor y buen empresario. Y eso parece que evoluciona de forma adecuada, basta leer en los medios las soluciones que el grupo del presidente de la CEOE ha puesto en marcha. Y en las veces que el presidente ha sometido su situación a los órganos de gobierno [de la patronal] le he respaldado. Creo, además, que la organización tiene que responder a sus propios planteamientos y su propio debate interno y haría mal en responder a envites exteriores. Así lo creo y así lo veo.
-¿Incluso después de lo ocurrido con Air Comet?
-Pienso que forma parte de la situación del grupo empresarial. Y las declaraciones del presidente de la CEOE sobre su empresa probablemente realizadas en el contexto en que las dijo se pueden interpretar de muchas maneras, incluso algunas favorables [hace referencia a cuando Díaz Ferrán dijo, las Navidades pasadas, que no hubiera volado en su propia aerolínea].
-¿Se ve como presidente de la CEOE o sus aspiraciones están colmadas en la CEA?
-En la CEOE no hay vacante ahora, y ni se espera que la haya. Cuando la haya tendré que analizar, en función de mi edad, qué hacer en el futuro, pero ahora me veo como presidente de la CEA, estoy realizado como presidente de la CEA y, si resulto elegido, asumiré el nuevo mandato para todo el periodo. Mi compromiso es íntegro con el periodo para el que soy elegido.
-¿Se jubilará usted a los 65, a los 67, a los 70 años?
-No tengo previsto jubilarme, por ahora. Mi padre se murió con 80 años y no se jubiló. Tengo 62.
-La mayoría de las encuestas que publican los medios de comunicación, entre ellas la de El Correo de Andalucía, dan un empate técnico a PP y PSOE en Andalucía. ¿Cómo ve el escenario político?
-Nosotros no entramos en ese debate político, nos centramos en realizar nuestro trabajo lo mejor posible.
[La entrevista continúa. Ver los enlaces de la derecha]
